La pareja de 20 y 22 años, residente en un estado de la India, recibió en un hospital el parto prematuro de su hija. Con seis meses de gestación, la pequeña solo pesó 850 gramos. “Era más como un feto”, dijo un directivo.
Los médicos les sugirieron llevarla a un hospital con mejor dotación para que fuera tratada. En el camino, los padres sintieron que la niña había dejado de moverse. “Estábamos asustados, parecía sin vida en nuestras manos”, señaló el padre a medios locales .
Al sentir que ya no tenía vida, dejaron el cuerpo en un campo y la cubrieron de tierra. Vecinos de la localidad Garbada la hallaron en poco tiempo y la trasladaron al centro médico de donde había salido.
Inmediatamente el personal reconoció que se trataba de la neonata atendida horas antes.
A pesar de permanecer algo más de un día en cuidados especiales, murió por un fallo multiorgánico.
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Mehta Garbada, el jefe médico, advirtió que la probabilidad de que sobreviviera era muy escasa, aunque hubiera recibido tratamiento neonatal. Sus órganos no se habían desarrollado.
Se desconoce si habrá cargos contra los padres de la niña.