Al dolor de una familia colombiana en Miami por la muerte de un hijo se suma el drama de su repatriación. El joven Federico Osorio fue baleado por la Policía en medio de un ataque de esquizofrenia.
Era la quinta ocasión en que la familia Osorio llamaba a la Policía para controlar un ataque de esquizofrenia de Federico. Esta vez, los uniformados no lo lograron y, a falta de ayuda, le dispararon hasta causarle la muerte.
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“Él ya había tenido varios sucesos y cada vez que tenia una crisis yo llamaba a la Policía y ellos venían”, asegura Marta Cecilia García, madre del fallecido.
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Con una llamada al 911 le advirtieron a la Policía sobre un ataque del joven de 20 años, pero esta vez el final fue trágico. “Solo se que el policía fue demasiado brusco, demasiado brutal, no sé qué tenía el policía en la cabeza y fueron demasiados disparos para él”, informó Daniel Osorio, la hermana de Federico.
La situación de la familia Osorio es similar a la de muchos colombianos en el exterior que a la hora de enfrentar la muerte de un familiar no cuentan con los recursos para repatriar el cuerpo a Colombia.
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La madre de la víctima explica que “cuando estaba en momentos de lucidez él me decía ‘mami, por favor, el día que yo me muera, llévenme pa mi Medallo, llévenme con mis amigos, con mi gente, que yo quiero estar ahí’ y yo solo les pido que me ayuden para poder llevar a mi hijo, no más.”
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El consulado de Colombia en Miami les ha dado la mano con los trámites pero no es suficiente, necesitan 5 mil dólares, el equivalente a cerca de 10 millones de pesos.
Mientras la investigación continúa para esclarecer la actuación de la Policía, el tiempo corre para que esta familia pueda sepultar a Federico en su natal Medellín.