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Este lunes, 20 de enero de 2025, el Senado de Estados Unidos aprobó por unanimidad a Marco Rubio como secretario de Estado, colocando al senador popular entre sus pares en la primera línea de la diplomacia a menudo conflictiva del presidente Donald Trump.
Marco Rubio, quien es el primer hispano y el primero que habla español con fluidez en asumir el cargo de máximo diplomático estadounidense.
(Lea también: Marco Rubio arremetió contra China, Cuba, el régimen de Maduro, las FARC y el ELN)
El senador republicano tiene 53 años y es hijo de inmigrantes cubanos. Llega a Foggy Bottom (sede del Departamento de Estado) como un "halcón" en política exterior, partidario de la mano dura con China e Irán y con una gran atención puesta en Latinoamérica, donde respalda las sanciones sobre Cuba, Nicaragua y Venezuela.
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Gracias a su buena relación con sus colegas del Senado, donde ocupa un puesto por Florida desde 2010, Rubio logró convertirse hoy en el primer miembro del gabinete de Trump confirmado para el cargo, tan solo unas horas después de que el presidente fuera investido.
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Nacido en Miami, Marco Rubio es un político tradicional y respetuoso de las instituciones, lo que facilitó el rápido aval de la Cámara Alta, a diferencia de otros nominados por Trump mucho más polémicos.
Graduado ‘cum laude’ en Derecho por la Universidad de Miami (UM), está casado con la estadounidense de origen colombiano Jeanette Dousdebes, que fue animadora siendo estudiante de los Miami Dolphins, con la que tiene cuatro hijos: Amanda, Daniella, Anthony y Dominic.
Reconocido por su hábil retórica, ha ejercido también desde el Senado una notable influencia en la postura de los republicanos en temas de política exterior. A raíz de su historia personal, Rubio tiene un enorme interés hacia Latinoamérica y desde el Senado siempre se ha mostrado crítico con los gobiernos izquierdistas de la región y partidario de aplicar la máxima presión sobre Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Este senador ganó popularidad a nivel nacional en 2016 cuando intentó hacerse con la nominación presidencial republicana en unas primarias en las que finalmente resultó elegido Donald Trump, quien posteriormente ganaría las elecciones.
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Durante esas primarias, Trump lo menospreció llamándolo ‘Pequeño Marco’, pero tras abandonar la carrera, el senador se mostró muy leal al magnate neoyorquino. Estuvo en las quinielas como posible compañero de fórmula de Donald Trump para la Vicepresidencia, antes de que este se decantara finalmente por J.D. Vance.
A raíz de la victoria electoral de Trump, tras una campaña en la que Marco Rubio jugó un papel destacado, el magnate neoyorquino decidió recompensarlo con el puesto de jefe de la diplomacia estadounidense, un cargo nunca antes ocupado por un latino.
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El nombramiento se interpretó además como un guiño por parte de Trump a los votantes hispanos, un electorado que dio un giro hacia el republicano en las presidenciales a que le permitió alcanzar un avance histórico en esa comunidad.
Pero algunos miembros del círculo más cercano de Trump ven con recelo la figura de Marco Rubio, pues consideran que su perfil de ‘halcón’ contrasta con la política aislacionista de "Estados Unidos primero" que promueve Trump.
A diferencia de su antecesor, Antony Blinken, un experimentado diplomático y asesor de seguridad nacional, Rubio es un político profesional que ya demostró que tiene aspiraciones presidenciales.
(Lea también: Régimen de Maduro cuestiona nombramiento de Marco Rubio en Gobierno Trump y hace apuesta)
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