Recibió todos los honores dirigidos a los purpurados. Al final, el papa Francisco pidió en una oración que el fallecido reciba un juicio misericordioso.
El responsable de encubrir abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia en la Diócesis de Boston fue despedido con todo el protocolo para los purpurados.
En la homilía, a cargo del decano del Colegio Cardenalicio, no hubo ninguna alusión al escándalo.
Al final de la misa, el papa se acercó al féretro y pronunció una oración en la que pidió que el fallecido reciba un juicio misericordioso.
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