Irán sufrió un temblor de 5,6 cuyo epicentro se ubicó cerca de la localidad suroccidental de Sisajt, en las laderas del monte Dena, a una profundidad de 10 kilómetros, según el Instituto Sismológico de Teherán.
Los datos de heridos varían hasta el momento dependiendo de la fuente. La agencia oficial IRNA informó este jueves de que 32 personas sufrieron lesiones, mientras que la agencia semioficial Mehr elevó esta cifra a 43.
El temblor causó el corte del suministro eléctrico en Sisajt, así como daños en la infraestructura de agua y gas, provocando la rotura de tuberías en algunas calles.
La magnitud del terremoto fue tal que la mayoría de los habitantes no regresó a sus casas y pasaron la noche a la intemperie, pese a las bajas temperaturas y la lluvia.
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Las líneas telefónicas al menos no se vieron afectadas, lo que ha permitido conocer mejor la situación tras el seísmo, que también ha provocado desprendimientos en la montaña y el colapso de un túnel, bloqueando algunas carreteras.
Irán tiene una gran actividad sísmica y los terremotos son frecuentes. El más grave de los últimos años, de magnitud 7,3, tuvo lugar en noviembre de 2017 en la provincia noroccidental de Kermansah, donde murieron 620 personas y más de 12.000 resultaron heridas.
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