En una casa de la ciudad de Ituzaingó, Argentina , las autoridades encontraron el cuerpo de Dora Elena Marinic, de 88 años. Los policiales llegaron hasta el lugar luego del llamado de un vecino. Allí vieron que el cadáver estaba atado y que la vivienda se encontraba desordenada.
El hallazgo del cuerpo se produjo el pasado martes en la noche, cuando una sobrina de la fallecida le comentó a un vecino que no tenía noticias de su familiar.
Este último pasó cerca de la casa de la mujer de 88 años y se dio cuenta de que algo andaba mal. En ese momento llamó a las autoridades, que entraron a la vivienda y se encontraron con el cadáver.
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“Cuando la sobrina nos dijo que no le contestaba y que no había ido a un cumpleaños familiar, al que siempre iba, ahí nos llamó la atención”, contó el vecino que llamó a la Policía en declaraciones al El Clarín .
Además de hallar el cadáver, las autoridades evidenciaron que una de las mascotas de la víctima estaba debajo de la cama y asustada, como si la hubieran maltratado.
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Al mirar las cámaras de seguridad, los uniformados evidenciaron que dos personas ingresaron a la vivienda. Presumen que alguno de los intrusos tenía una llave, pues ninguna chapa fue violentada.
"Estaba en pijama. Se habrá muerto del miedo, la habrán maniatado y se habrá descompensado. Dora era una señora grande, llamaba gente para hacer cosas en la casa, pero era muy independiente, hacía todo sola", manifestó el vecino.
Mientras sale el resultado de la autopsia para determinar las causas del deceso, no descartan que sus asesinos la hayan estrangulado para robarla.
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"El sábado le terminó de pintar todas las rejas un muchacho que le hace mantenimiento a mucha gente de acá", concluyó el hombre.
Sus familiares, amigos y allegados recordarán a la mujer como una persona activa, que se levantaba temprano, hacía los quehaceres del hogar e iba a misa los domingos.