Tiene solo 32 años y una vida por delante, pero el abandono de su esposa le hizo perder los cabales.
Encontró una forma extrema de manifestar su impotencia: cortar su pene de un tajo.
“Es una condición psiquiátrica la que está ocurriendo en este paciente. Es una depresión mayor”, explica el urólogo Dennis Chirinos.
Luego intentó hacer lo mismo con los otros hombres de la sala hospitalaria donde fue atendido, que salieron despavoridos.
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Según el historial clínico, el hombre sufre de esquizofrenia desde que tenía 17 años y había estado interno bajo tratamiento psiquiátrico.
La hemorragia que sufrió estuvo a punto de costarle la vida. Ahora, con tratamiento hormonal para suplir la testosterona que ya no produce por él mismo, tendrá que adaptarse a grandes cambios en rutinas tan simples y vitales como la de orinar.
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