Por sexta vez en un año, el oeste de Caracas vivió una batalla a tiros entre policías y miembros de bandas delincuenciales, que, cada vez, demuestran mayor poder armado.
Impactantes imágenes que corrieron por redes sociales daban cuenta del poder de fuego por parte de los criminales que operan en la Cota 905, un peligroso barrio de la capital de Venezuela .
El enfrentamiento, que duró más de seis horas, dejó un funcionario muerto y varias personas heridas. Una presunta orden superior habría acabado con el operativo.
El choque ocurrió en una de las llamadas zonas de paz decretadas por Nicolás Maduro en todo el país, durante el año 2013. Dichos sectores quedaron libres de policías, pero las bandas delincuenciales existentes allí no cumplieron con su compromiso.
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“El acuerdo, supuestamente, era que, una vez recibieran estos territorios, estas megabandas iban a pacificarse. Pero, lejos de ello, lo que hicieron fue fortalecer el poder”, asegura Luis Izquiel, abogado criminólogo.
El plan fue ejecutado por el propio ministro del Interior para la fecha, José Vicente Rangel Ávalos.
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“Han aceptado la tranquilidad de Venezuela y de estos territorios”, dijo Rangel Ávalos en aquel entonces.
Las zonas de paz terminaron convirtiéndose en zona de impunidad para estas bandas, que incluso controlarían programas gubernamentales.
“Son las que distribuyen los alimentos, son las que imponen las extorsiones e imponen los secuestros”, afirma Mario Marmol, asesor de riesgos y seguridad.
Otras denuncias señalan que estas bandas delictivas controlan el descontento en los sectores populares, impidiendo protestas antigubernamentales.
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