Glenora Reckord falleció en su domicilio en Ardmore, EE.UU., en marzo de 2004, pero no hubo reportes ni sepelio.
Su muerte quedó oculta y fue hasta 15 años después, en febrero de 2019, que las autoridades descubrieron en dónde reposaba el cadáver.
Una denuncia los condujo hasta la vivienda, en Warrington.
La sospechosa era su nieta, Cynthia Black, quien afirmó haber conservado el cadáver de su familiar de 97 años para no perder los beneficios del seguro social, pues la familia "los necesitaba".
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También confesó que en 2007, tres años después del fallecimiento, trasladó el cadáver a unos 160 kilómetros.
Esta semana se le acusó formalmente por abuso de cadáver, robo y recepción de propiedad privada.