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Una niña de 2 años fue elegida este martes como la nueva kumari de Nepal, la diosa viviente venerada por los hindúes y los budistas en este país asiático desde hace medio siglo, marcando el inicio de su reclusión ceremonial y el rol divino que mantendrá hasta alcanzar la pubertad.
De acuerdo con CNN, las Kumaris son elegidas de los clanes Shakya de la comunidad Newar, autóctona del valle de Katmandú, y honradas por hindúes y budistas en este país. Para que la menor pueda ser seleccionada debe tener entre los dos y los cuatro años de edad, además de tener piel, cabello, ojos y dientes impecables.
La elección de la Kumari, que en nepalí significa "soltera" o "virgen", es una tradición profundamente arraigada en la comunidad Newar del valle de Katmandú. Se considera que la niña es la reencarnación de la diosa hindú Taleju hasta que llega su primera menstruación. En ese momento, se cree que la divinidad abandona su cuerpo y se inicia el proceso para encontrar a su siguiente reencarnación. Hasta entonces, la niña tendrá que permanecer recluida en el palacio capitalino con esporádicas salidas al exterior durante festividades religiosas.
Arya Tara Shakya sucede a Trishna Shakya, quien deja el título a los 12 años para regresar a la vida mortal. La menor fue transportada en un palanquín ceremonial desde su casa hasta el palacio Kumari Ghar, en el corazón de la capital. Cientos de personas la acompañaron en la procesión, un evento de gran expectación mediática en el que los pies de la nueva diosa no pueden tocar el suelo.
Las kumari son tres: la de Katmandú, Lalitpur y Bhakatpur, que han de pertenecer a la comunidad indígena de Newar y a la familia Shakya y, en el momento de ser elegidas, tener entre dos y cuatro años, tener una carta astrológica favorable y poseer 32 "perfecciones" físicas, como una voz clara junto a un cuerpo sin imperfecciones.
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A menudo, vistas como una atracción turística, las niñas diosas reciben educación en el complejo en el que se encuentran recluidas, donde incluso llevan a cabo los exámenes oficiales y pueden recibir la visita diaria de sus padres.
“Ayer era solo mi hija, pero hoy es una diosa”, dijo su padre, Ananta Shakya, declarando que ya había indicios de que sería la diosa antes de su nacimiento. “Mi esposa, durante el embarazo, soñó que era una diosa y supimos que sería alguien muy especial”, declaró el hombre a CNN.
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ANDRÉS FELIPE ADAMES RESTREPO
Con información de EFE