Una bomba estalló antes de que terroristas comenzaran a disparar contra las personas que asistían a la oración semanal. Hay unos 120 heridos.
El atentado sucedió en la mezquita Rawda, a unos 40 kilómetros al oeste de El Arish, capital del Sinaí del Norte.
El presidente egipcio, Abdel Fatah Al Sisi, prometió este viernes que el Estado responderá con "fuerza brutal" a la masacre.
"Las fuerzas armadas y la policía vengarán a nuestros mártires y nos devolverán la seguridad y la estabilidad con fuerza en muy poco tiempo", declaró Sisi mediante un tono muy firme en una alocución televisada.
Publicidad
La televisión estatal reportó al menos 235 muertos, un balance en constante evolución por este ataque que no tiene precedentes en los últimos cuatro años de rebelión de grupos yihadistas.
Desde 2013 y el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Mursi, grupos yihadistas, entre ellos la rama egipcia del grupo Estado Islámico, mataron en el norte de la península del Sinaí a centenares de policías y soldados, así como civiles acusados de trabajar para las autoridades.
Publicidad
También atacaron a la rama sufí del islam sunita así como a cristianos.
Las víctimas del ataque del viernes son civiles y conscriptos que rezaban en la mezquita.
Un jefe tribal, así como de la milicia beduina que combate al grupo Estado Islámico, dijo que la mezquita es frecuentada por adeptos al sufismo.
El grupo EI adhiere a la visión puritana del salafismo y considera el sufismo como herético.
Publicidad
Los yihadistas secuestraron y decapitaron en el pasado a un líder sufí, y raptaron a adeptos del sufismo que luego liberaron tras haberse "arrepentido".
El grupo mató a más de 100 cristianos con bombas y disparos en iglesias del Sinaí y otras partes de Egipto, obligándolos a huir de la península.
Publicidad
Las Fuerzas Armadas intentan terminar con los yihadistas que juraron fidelidad a EI en noviembre de 2014.