Al menos siete personas han muerto en el incendio de una fábrica de chocolate en Pensilvania, Estados Unidos, que se inició el pasado viernes y cuyas dos últimas víctimas fueron encontradas anoche entre los escombros, informaron este lunes las autoridades de West Reading, donde se encuentra la factoría.
Aquí las impactantes imágenes
La Policía investiga las causas de la explosión que provocó el incendio del edificio de dos plantas y entre cuyos restos fue encontrada en la noche del domingo un superviviente, informó The New York Times.
La detonación destruyó totalmente un edificio, la fábrica de chocolates de la compañía Palmer Company, y dañó otro en las inmediaciones. El suceso ocurrió en una calle muy concurrida llena de cafés, heladerías y restaurantes de West Reading, un distrito de unos 4.500 habitantes que se encuentra a unos 100 kilómetros al noroeste de Filadelfia.
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Los servicios de emergencia de Pensilvania habían informado el pasado sábado de la muerte de cinco personas, mientras otras seis permanecían desaparecidas.
Al mismo tiempo, medios locales confirmaron que se habían registrado al menos 10 heridos por la emergencia en la fábrica de chocolates que habían sido trasladados al hospital de Reading.
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La explosión produjo una columna de llamas y polvo en el aire visible desde varios kilómetros y el temblor se sintió en varias manzanas a la redonda, según testigos.
Otra tragedia en Estados Unidos
El devastador paso de tornados por Misisipi dejó, entre el jueves y viernes de la semana pasada, el triste saldo de 25 personas muertas, indicó el último reporte del Servicio de Emergencia de Misisipi (MSEMA), que advirtió que es probable que la cifra "cambie" en las próximas horas.
Vientos de más de 160 km/h atravesaron este estado del sureste de Estados Unidos y dejaron "daños devastadores" a su paso, dijo el gobernador Tate Reeves.
Uno de los tornados fue clasificado preliminarmente como categoría 4 (en la escala Fujita de 5), indicó el MSEMA.
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En Rolling Fork, un municipio de unos 2.000 habitantes golpeado duramente el viernes por ese tornado, las calles parecían una "zona de guerra", dijo a la AFP John Brown, responsable de la Cruz Roja para Alabama y Misisipi.
Dolor y angustia
Filas enteras de casas fueron arrancadas de sus cimientos, las calles quedaron llenas de escombros y se vieron algunos automóviles en techos de viviendas, así como árboles derribados y con trozos de metal enroscados en sus troncos.
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El sábado comenzó a organizarse la ayuda en esta ciudad. La Cruz Roja estadounidense se instaló en un edificio de la Guardia Nacional, al que están llegando alimentos, medicamentos y catres.
Algunas personas viajaron decenas de kilómetros para ayudar a los damnificados.
El sábado por la noche, electricistas en camionetas recorrieron la ciudad para tratar de restaurar la energía lo más rápidamente posible.
El presidente Joe Biden ordenó el domingo el despliegue de ayuda federal, que se utiliza para levantar viviendas provisorias, reparar otras y entregar préstamos blandos para cubrir pérdidas de propiedades no aseguradas.
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