Jorge Javier Ramírez tiene 27 años. Es comerciante en Ciénaga, Magdalena. Desde hace cuatro años, tiene una empresa dedicada a la venta de electrodomésticos. Con la llegada del coronavirus COVID-19 , sus ingresos se vieron afectados.
Cuando el Gobierno ofreció una de las ayudas para que las microempresas puedan acceder a créditos respaldados por el Fondo Nacional de Garantías y Bancoldex, Jorge logró un importante apoyo para su negocio.
“En el proceso me encontré que el Banco Mundo Mujer y el Fondo Nacional de Garantías me tendieron la mano. Mi entidad me demostró que en todo momento puedo contar con ellos. Fue un proceso fácil y rápido y todo se gestionó telefónicamente”, dijo Ramírez.
La solicitud del préstamo fue para comprar mercancía y así poder mantener los empleos de su empresa.
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“Actualmente, genero tres empleos y gracias a Dios estas tres familias han podido ser ayudadas. Necesitaba el dinero para la compra de mercancía y fue una buena opción. Me brindaron buenos beneficios, entre ellos, me ahorré un dinero en el pago de la comisión y tuve tres meses de alivio que, en estos tiempos de crisis, me han ayudado mucho a fortalecer mi negocio”, sostuvo Ramírez.
Otro panorama es el que viven microempresarios que no han podido acceder a estos créditos.
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“Llamamos a nuestra gerente para poder acceder a ellos, pero la respuesta fue la misma: que Inspira no puede acceder a ningún tipo de crédito porque no cuenta con los años necesarios desde que fue su creación”, relató Carol Gutiérrez, representante legal de Inspira Publicidad y Medios.
¿Por qué unos consiguen los créditos con relativa facilidad y otros no?
“La velocidad y aprobación de estos créditos que vienen con respaldo del Fondo Nacional de Garantías, así como los créditos ordinarios, dependen de qué tan completa y verificable es la información que presenta cada uno de los clientes. En esa medida, es importante que se entienda que el banco lo que hace es un estudio o análisis de riesgo de cada una de estas solicitudes y ahí, entre otros, se verifica la información que tiene que ver con el historial de crédito, la capacidad de pago, los ingresos y toda la documentación adicional que pueda soportar que este crédito se va a pagar o que exista la capacidad de poderlo asumir”, explicó Andrés Felipe Rojas, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Asobancaria .
Hasta ahora se han desembolsado créditos por cuatro billones de pesos.
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“Un total de 2.4 billones de pesos corresponden a capital de trabajo tanta para pymes como para microempresas, y 1.6 billones corresponden al pago de la nómina tanto de pymes como de microempresas. Con respecto a la última línea de crédito que se aprobó o que se habilitó para microempresas formales e informales se han desembolsado 97 mil millones de pesos”, añadió.
¿Qué pasa si un microempresario no logra pagar el crédito?
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Asobancaria recomienda hablar directamente con la entidad financiera para que se estudie la posibilidad de refinanciarlo. Lo importante es hacerlo antes de que se genere un reporte negativo que pueda dañar la historia crediticia.