La muerte de Juan Felipe Rincón, hijo del general retirado de la Policía Nacional William Rincón, conmocionó al país por la brutalidad de los hechos. Sin embargo, casi un año después, su caso sigue rodeado de interrogantes. Las cámaras de seguridad registraron sus últimas horas el 24 de noviembre de 2024, en el barrio Quiroga, al sur de Bogotá. Séptimo Día reconstruyó los momentos clave, conoció la versión del padre y accedió a material inédito que podría cambiar el rumbo de la investigación.El general Rincón, en su incansable búsqueda por descubrir lo que realmente ocurrió esa fatídica mañana, ha tenido que someterse a una “tortura” de revivir minuto a minuto el asesinato de su hijo a través de las grabaciones y el material forense.“Es terrible. He tenido que ver a mi hijo más de 100 veces cómo muere”, afirmó el general William Rincón en Séptimo Día.La constante visualización del material forma parte del proceso que el padre ha decidido afrontar para reconstruir cada detalle del ataque. Para el general, la revisión exhaustiva lo obligó a observar con precisión lo ocurrido aquella fatídica jornada en busca de respuestas.La promesa de un padreJuan Felipe Rincón, de 21 años, estudiante de Lenguas Modernas, fue asesinado tras recibir un impacto de bala en el tórax y sufrir una brutal golpiza que le causó más de una docena de lesiones.Desde el nacimiento de su primogénito, el general Rincón había forjado un vínculo inquebrantable con él. Siendo capitán de la Policía a sus 33 años, le había hecho una promesa: “Cuando lo miré a los ojos, le dije: ‘Tu corazón y mi corazón son uno solo, y por siempre lo serán’”.Tras la muerte de su hijo, el general Rincón llegó al barrio Quiroga casi una hora después de los hechos. “Tenía un presentimiento muy raro”, relató, sin imaginar que su hijo había sido asesinado. Al llegar al lugar, recordó el desgarrador momento en que lo vio por última vez: “Ahí estaba mi hijo tendido. Su cuerpo aún estaba algo caliente. Cuando levanté la sábana, su cabeza estaba completamente golpeada, ensangrentada, tenía una herida en la oreja”, contó.El informe de Medicina Legal, al que Séptimo Día tuvo acceso, confirmó la extrema violencia del ataque. Juan Felipe Rincón murió a causa de la herida de bala que perforó su pulmón izquierdo. Sin embargo, el informe forense registró “más de una docena de lesiones causadas por parte de elementos contundentes adicionalmente a mordiscos”, reveló Yefrin Garavito, director de la Unidad de Investigación Criminal de la Defensa (UID).El sufrimiento del general Rincón se exacerba con la sospecha de que su hijo fue víctima de un engaño orquestado. “Es una deuda de honor que yo tengo en rescatar ya en este momento la dignidad de mi hijo... Quiero que mi hijo descanse en paz y este tranquilo”, afirmó.¿Engaño y extorsión?Según la versión del general, tres semanas antes de los hechos, Juan Felipe fue contactado a través de redes sociales por un usuario que se presentó con distintas edades. El general afirmó que su hijo no hablaba realmente con una menor de 10 años, sino con la madre de la niña, identificada como Katherine Sotelo, una persona de 33 años.El general Rincón sostuvo que esta estrategia buscaba, según su análisis, un posterior intento de extorsión: “(Buscaban) posteriormente llevarlo al lugar y decirle que usted no estaba hablando con una joven, estaba hablando con una niña”. Según él, la narrativa creada por los agresores fue que Juan Felipe “era un pedófilo”.No obstante, esta versión se vio reforzada por la exclusiva declaración de la menor de 15 años que había estado el día anterior con Juan Felipe en su apartamento y que lo condujo hasta el barrio Quiroga.En un video, la joven afirmó que: “Ellos planeaban extorsionarlo. Estoy dispuesta a hablar a cambio de protección para mí y para mi familia. Estoy dispuesta a declarar todo en contra de esos”. Para el general Rincón, esta declaración es “la prueba reina de que mi hijo estaba dentro de una organización para extorsionarlo”.Asimismo, agregó que su hijo fue víctima de un grupo delincuencial que usa el engaño para extorsionar. “Ese es un grupo delincuencial. Ellos han hecho estos tipos de eventos que son extorsiones a varias personas, hacen unos montajes, fingen ciertas cosas y como es un delito que tiene que ver con la dignidad, las personas se asustan y terminan entregándole todo a ellos”.Audios inéditos y la secuencia de los hechosLa investigación del caso Juan Felipe Rincón podría dar un giro, luego de que Séptimo Día accediera a un video inédito que, a diferencia de las primeras grabaciones, contenía audio. Este material permitió determinar momentos claves del ataque y reconstruir la escena del crimen.Los jóvenes, Juan Felipe y la adolescente de 15 años, llegaron al barrio Quiroga a las 11:18 de la mañana. Juan Felipe descendió de una camioneta de uso oficial de la Policía Nacional, asignada al esquema de seguridad del general Rincón y conducida por su escolta, Sergio Rico. Minutos después, Andrés Camilo Sotelo y su pareja, Tatiana Vega López, irrumpieron en la escena.En otro punto cercano, antes de la llegada de los jóvenes, Katherine Sotelo fue grabada por la cámara que captó el sonido, preguntando: “¿Dónde está?”. Según Yefrin Garavito, esto demostró que los implicados “se pusieron de acuerdo para poder cometer el hecho delictivo”.Cuando Andrés Sotelo y Tatiana Vega se lanzaron contra Juan Felipe, el escolta Sergio Rico reaccionó. El audio captó su ansiedad y sus órdenes. “¡Quieto, quieto! Policía Nacional”, se le escuchó decir. El patrullero Rico realizó un primer disparo: “Ese es un primer disparo de advertencia que realiza el patrullero Rico para que puedan soltar al protegido, pero no impactó contra nada”, explicó Yefrin Garavito.El disparo de advertencia no detuvo el ataque. Sotelo y otros agresores, incluyendo la adolescente, golpearon a Juan Felipe. Andrés Sotelo, entrevistado por Séptimo Día, admitió haber golpeado a Juan Felipe con el arma, pero negó haber disparado. Aseguró que el disparo mortal provino del escolta Rico. “El escolta. Nadie más tenía un arma de fuego ese día, sino el escolta”, sostuvo Sotelo.La duda sobre quién disparó persiste, aunque los investigadores de la UID señalan que el video con sonido permite detallar que Sotelo también portaba un revólver, el cual, según el abogado de Sotelo, era de CO2 y no era letal. Sin embargo, los peritos de la UID advirtieron que existe la posibilidad de que el arma incautada no fuera la misma que se utilizó, pues “el armazón el que compone el cañón, puede ser fácilmente modificado”. Pese a esto, la prueba de pólvora en las manos de Sotelo resultó negativa, lo que llevó a un juez a decretar su libertad.La espera de un padre por justiciaMientras la Fiscalía continúa investigando para determinar la responsabilidad penal y la autenticidad de las nuevas pruebas, el general Rincón se mantiene firme en su postura sobre la culpabilidad de la red de agresores, a quienes acusa de actuar como “unos actores completos, engañan a todo el mundo, fingen cosas y así matan a la gente. Así extorsionan”.El director de la UID enfatizó que el material audiovisual no solo evidencia un “homicidio”, sino también posibles delitos de “tortura y concierto para delinquir”. Por ahora, la investigación sigue abierta.“Me arrodillé ante Dios, me arrodillé ante mi hijo y me puse a orar a buscar una explicación”, relató el padre de la víctima, quien desde el primer momento ha emprendido una incansable búsqueda por la verdad y la justicia.
Elda Mosquera García es un nombre que puede pasar desapercibido para muchos, pero su alias, Karina, con el que militó en las extintas Farc y con el que lideró el temible Frente 47, es de gran resonancia. Durante años, fue conocida como una peligrosa mujer en la región de Urabá, donde operaban los hombres de las Farc, y fue objeto de una intensa persecución por parte del Ejército, la Policía y, especialmente, por el jefe paramilitar Raúl Hasbun, conocido como el jefazo del Bloque Bananeros. El gobierno de Álvaro Uribe llegó a poner precio a su cabeza. Los Informantes habló con ella.Sin embargo, el relato de Elda Mosquera, hoy de 58 años, ha dado un giro radical, convirtiéndose en un testimonio de reconciliación y un impactante ejercicio de perdón que es desconocido por la mayor parte del país. Después de pasar casi 25 años en la guerrilla, en el año 2008 se entregó a las autoridades colombianas para iniciar un camino hacia la reinserción. Insiste en que una fue la "tenebrosa guerrillera Karina" y otra muy distinta es ella en la actualidad. Para zanjar esta discusión, ha publicado un libro, un relato "despiadado de la guerra" que es, a su vez, una historia de reconciliación ‘Volver a ser Elda’.La nueva vida de alias Karina, que ahora se enfoca en resarcir el daño causado y resocializarse. Procura estar cerca de su familia, habla con serenidad y si alguien la conoce sin saber su pasado, jamás se lo imaginaría.El camino en la guerrillaLa historia de Karina comenzó en Turbo, Antioquia. Nació en el seno de una familia "extremadamente pobre y numerosa," con una docena de hermanos y padres analfabetas. Siendo apenas una niña, a los 12 años, ya formaba parte de la Juventud Comunista (Juco).Fue ahí donde comenzó su adoctrinamiento político y militar. Elda narra que desde ese momento "comenzaron a explicarnos sobre todas las formas de lucha". No obstante, siempre les infundieron que "la expresión más elevada de la lucha revolucionaria era la lucha en armas". A los 16 años, ya vestía camuflado en un campamento de las Farc y adoptaba el alias de Karina, uniéndose a la organización junto a un par de sus hermanos y otros menores de la vereda.Desde sus primeros meses en la insurgencia, Elda se destacó rápidamente. Estuvo en La Uribe, Meta, durante ocho meses participando en un curso nacional y quedó "entre las 10 mejores estudiantes". Incluso, Jacobo Arenas le planteó la posibilidad de quedarse, ya que algunos de esos diez estudiantes serían enviados a hacer un curso en el exterior, pero ella prefirió retornar a su frente en Urabá, volviendo con una cierta posición de mando.Su ascenso continuó hasta que a sus 23 años quedó embarazada. La mentalidad implantada en las Farc era de entrega total, tal como le inculcaban a todos los que llegaban: la consigna era "aquí se vino hasta el triunfo o hasta la muerte". A pesar de que la mayoría de los combatientes sentían que su destino era morir —y no ver el triunfo—, asumían que era "el grano de arena que se da por la causa y para que nuestras futuras generaciones estén mejor".Cuando quedó embarazada, sus superiores le pidieron que abortara, pero ella se negó, decidiendo tener a su hija. Esta decisión le costó una sanción y su hija fue criada por la familia paterna. Elda asegura que nunca podrá pedir "suficiente perdón" a su hija por haber elegido la guerra en lugar de criarla.Crímenes, mando y la pérdida de compasiónElda Mosquera se convirtió en una figura tan temida dentro de la estructura de las Farc por su implacable entrega al conflicto. Ella misma señaló en Los Informantes: "Yo fui una mujer de combate y me formaron para el combate y yo digo que la guerra es de locos y lamentablemente yo era una loca de esas".Karina lideró una aterradora lista de acciones armadas: innumerables tomas guerrilleras, secuestros, retienes, ataques con cilindros bomba, emboscadas, hostigamientos y ejecuciones selectivas. Escaló a posiciones de alto mando, llegando a ser comandante encargada de frente. Esto significaba tener bajo su responsabilidad a "más o menos 300, 400 hombres, incluido con todo el grupo de milicias".Más allá de su mando, la leyenda siniestra que proyectaba se consolidó porque, según su propio testimonio, la guerra la despojó de la compasión, volviendo a los combatientes "sin consideración sin compasión por los demás".El conflicto también cambió las reglas internas de la organización sobre la protección civil. Ella rememora que, en un principio, se decía: "si hay un civil en medio de 10 militares por protegerle la vida a ese civil no se pueden atacar a esos 10 militares". Pero la guerra se endureció: en los años 90, la directriz cambió a: "si hay 10 civiles y un militar en medio de esos 10 civiles, eso no importa, hay que matar ese militar porque estamos en un país en guerra".Revelaciones escalofriantesUno de los aspectos más impactantes revelados por Elda Mosquera García se refiere a los fusilamientos dentro de las Farc. Estas prácticas eran escalofriantes y muchas de las víctimas eran menores de edad. Aunque el estatuto de las Farc establecía que los niños podían ingresar de 15 años en adelante, había niños que, por diversas circunstancias, eran menores de esa edad.El temor a los infiltrados del Ejército generó pánico en la guerrilla, y los principales sospechosos eran a menudo los niños reclutados. Esto llevó a una etapa generalizada "a nivel de todas las Farc, de realizar consejos de guerra. Estos consejos podían terminar en absolución, pero en su mayoría todos los consejos de guerra se daban casi para fusilamiento". En un periodo concreto, calcula que solo en el Frente 47 hubo más de 50 fusilados.Cuando se le pregunta directamente si participó en los fusilamientos, ella aclara que "no", sino que “participé en los consejos de guerra". Según relató en Los Informantes, hubo un suceso en Urabá donde sí le tocó participar en un fusilamiento de tres hermanos. Aunque no le tocó disparar, sí le tocó "dar la orden de fusilamiento", lo que describe como "muy triste ver eso".Karina estuvo muy cerca de la muerte durante la toma de Pavarandó. La explosión de una granada del Ejército la arrojó por los aires. Duró 8 días en estado de coma, la onda expansiva le zafó la mandíbula, le quebró el brazo y la dejó con cicatrices de esquirlas en la cabeza y el cuerpo. Además, tiene una cirugía abdominal porque "me estaba ahogando con la sangre". En esta acción perdió de manera permanente la vista de su ojo izquierdo. Dice que recordar a su hija fue lo que la salvó en ese momento crítico: "yo cuando llegué a ese abismo yo me acordé de mi hija y yo dije 'me mataron estos HP'".¿Por qué desertó de las Farc?El camino hacia la desmovilización estuvo marcado por una profunda desilusión y el miedo. Mientras Elda Mosquera combatía, el jefe paramilitar Raúl Hasbun, líder del Bloque Bananeros, se había obsesionado con borrarla del mapa, persiguiéndola "a sangre y fuego" a ella y a su familia. Hasbun asesinó a dos de sus hermanos, le causó el desplazamiento de su familia, y también ordenó el secuestro de su hija.A pesar de la recompensa de 1700 millones de pesos que el gobierno llegó a ofrecer por su cabeza, Elda afirma que no desertó por esa situación, sino que desertó de las Farc "desmotivada por todo lo que estaba pasando". Sintió que ya no encajaba en la organización y esa desmotivación se agudizó cuando pidió ayuda a sus jefes para proteger a su familia e hija de la persecución paramilitar y "le dieron la espalda".La decisión de reinsertarse se dio en 2008, presionada por el Ejército en la zona. Su entrega ocurrió poco después de que otro guerrillero asesinara y cortara la mano a Iván Ríos, jefe de Karina y miembro del secretariado, para cobrar la jugosa recompensa.Elda Mosquera también tuvo que enfrentar rumores crueles que la tildaban de haber decapitado o torturado militares muertos. Ella niega categóricamente estas acusaciones, señalando que, aunque "la guerra me llevó a la crueldad, tampoco una crueldad es así tan tremenda". En el proceso judicial que llevó en Justicia y Paz, dejó claro que ni ella ni su grupo cometieron decapitaciones, castraciones o torturas. No obstante, no descarta que tales "fallas" hayan ocurrido en otras partes de las Farc, donde había "muchas personas combatientes, mandos medios y mandos superiores".Sus 24 años en la guerra, sumados a los años de cárcel, totalizan casi 35 años de su vida invertidos en lo que ella ahora considera una "causa perdida." Al preguntarle si su lucha fue inútil, responde con sinceridad: "yo siento que sí". Elda Mosquera ha llegado a la conclusión, tras vivir la guerra, de que "la guerra no es la solución o la violencia no es la solución a los problemas sociales que tiene el país".Una reconciliación impensableTras su desmovilización, Karina pagó más de diez años de cárcel. Exactamente, 10 años, 8 meses y 15 días. Asegura que la cárcel le sirvió mucho "para poder reflexionar sobre mi pasado y sobre el daño causado". Durante el tiempo que estuvo en prisión y en el marco de las audiencias y procesos judiciales ante las víctimas, se encontró cara a cara con exparamilitares.Entre estos encuentros se dio el más impactante y transformador: el reencuentro con su archienemigo, Raúl Hasbún, conocido en la AUC como Pedro Bonito, el hombre que asesinó a dos de sus hermanos.Elda confiesa que en el pasado sentía "mucho odio contra Raúl" y que incluso intentó cobrar venganza. Sin embargo, gracias a su fe, Elda le pidió a Dios la capacidad de perdonarlo. El día que se vieron, la transformación fue completa: "El día que nos vimos yo lo perdoné y nos abrazamos nos perdonamos".Pero el perdón no fue el final, sino el inicio de una alianza inesperada. Estando Elda en la cárcel, Hasbún le hizo una pregunta directa: "¿Usted por qué no se ha ido de la cárcel?'". Ella le contestó: "'Porque no tengo para dónde irme'". Ante esto, él, quien también saldó sus deudas con la justicia, le propuso la posibilidad de trabajar juntos en un proyecto.Esta propuesta se concretó. Hoy, el "nuevo mejor amigo" de Elda es Raúl Hasbún. Esta increíble historia de perdón fue grabada en la finca donde vive Hasbún, en el sureste de Antioquia, que se ha convertido en el hogar de Elda. En esta misma finca, conviven otros excombatientes, trabajando juntos "como si nunca se hubieran disparado". Aunque él prefiere no dar declaraciones a pesar de la insistencia, está convencido de la importancia de la reconciliación.Después de su divorcio con un campesino con el que se casó tras salir de la cárcel, Elda Mosquera se dedica a trabajar para sostenerse. Se ha enfocado en aprender el arte de la confección y así se gana la vida.
Casi un año después del crimen que conmocionó al país, el caso de Juan Felipe Rincón, hijo del general retirado de la Policía William Rincón, toma un nuevo rumbo con la aparición de pruebas inéditas que podrían cambiar la investigación. Nuevos audios, videos y declaraciones entregados a Séptimo Día aportan detalles claves sobre lo ocurrido el 24 de noviembre de 2024 en el barrio Quiroga, al sur de Bogotá.Juan Felipe Rincón, de 21 años, murió tras recibir un disparo en el tórax. La escena fue registrada por cámaras de seguridad, pero hasta ahora solo se conocían imágenes sin sonido. Un año después, el periodista Diego Guauque accedió al material exclusivo con audio original, que abre nuevas hipótesis sobre quién disparó y cómo ocurrieron los hechos.“Es terrible. He tenido que ver a mi hijo más de 100 veces cómo muere”, expresó el general William Rincón, quien insiste en llegar a la verdad.Las últimas horas de Juan Felipe RincónSegún el general Rincón, tres semanas antes de su muerte, su hijo fue contactado por redes sociales por una persona que aseguraba tener 10 años. Sin embargo, el oficial sostiene que quien realmente se comunicaba con Juan Felipe no era una menor de edad, sino una mujer de 33 años, identificada como Katherine Sotelo.“Esa persona (Katherine) le insiste con: ‘Hola, hola, hola’. Ella era la que estaba detrás y creó el usuario y Katherine es una persona de 33 años”, afirmó el padre de la víctima.De acuerdo con su versión, esa misma cuenta le habló a Juan Felipe sobre una amiga de 15 años. Tras intercambiar mensajes durante varios días, el joven aceptó encontrarse con la adolescente en el centro comercial Titán Plaza, al occidente de Bogotá. Las cámaras de seguridad captaron el encuentro, y después de algunas horas ambos se dirigieron al apartamento de Juan Felipe.El día de los hechosLas grabaciones obtenidas por Séptimo Día muestran que al día siguiente, Juan Felipe sale de su vivienda junto a la menor y se encuentra con su escolta Sergio Rico.El joven deja su motocicleta y los tres abordan una camioneta de uso oficial de la Policía Nacional. Tiempo después, llegan al barrio Quiroga. Las imágenes muestran el momento en que Juan Felipe desciende del vehículo junto a la adolescente, mientras el escolta mantiene cierta distancia y los sigue de cerca.“Obtuvimos esta que es la única cámara que tiene sonido y esta fue fundamental para poder determinar momentos claves como el de Katherine Sotelo, que se comunica con la menor y le pregunta: ‘¿Dónde está?’... Se pusieron de acuerdo para poder cometer el hecho delictivo”, explicó Yefrin Garavito, director de la Unidad de Investigación Criminal de la Defensa (UID). Según Garavito, este material permitió establecer que Sotelo y la adolescente estaban coordinadas para llevar a Juan Felipe al lugar.Los audios de las cámaras de seguridadEn las grabaciones también se observa la llegada de Andrés Camilo Sotelo, hermano de Katherine, junto con su pareja Tatiana Vega López. En los audios se escucha cómo el escolta intenta intervenir mientras Juan Felipe es agredido.“¡Quieto, quieto! Policía Nacional”, se le oye decir al patrullero Rico, segundos antes de realizar un disparo.“Ese es un primer disparo de advertencia que realiza el patrullero Rico para que puedan soltar al protegido, pero no impactó contra nada”, precisó Yefrin Garavito.Sin embargo, la gran incógnita sigue siendo de quién provino el disparo que terminó con la vida del joven, si del arma del escolta o de los agresores.Armas bajo investigaciónLas autoridades informaron inicialmente que Andrés Camilo Sotelo portaba un revólver de CO2, una réplica no letal ni apta para disparar proyectiles reales. “Según la conclusión a la cual arribó la pericia técnica, no es apta para disparar o no es letal. Popularmente, son los artefactos que se han denominado como de fogueo o traumática”, aclaró Saúl León, abogado penalista y defensa de Andrés Sotelo, en Séptimo Día.No obstante, los investigadores de la UID advierten que podría haberse modificado el arma que fue entregada a las autoridades. “Cabe la posibilidad porque el elemento que fue entregado posteriormente, que es el armazón el que compone el cañón, eh puede ser fácilmente modificado. Y estamos acá hablando de unas piezas que son intercambiables”, dijo César Lozada, perito en balística de la UID.Sin embargo, los peritos de balística confirmaron que no se hallaron residuos de pólvora en las manos del joven, por lo que fue dejado en libertad mientras continúa la investigación.Declaración clave en la investigaciónOtra de las pruebas obtenidas por Séptimo Día es la declaración en video de la menor de 15 años, quien habría sido “utilizada” para atraer a Juan Felipe hasta el lugar de los hechos. En su testimonio, la joven reveló que el ataque habría tenido un propósito extorsivo.“Ellos planeaban extorsionarlo. Estoy dispuesta a hablar a cambio de protección para mí y para mi familia. Estoy dispuesta a declarar todo en contra de ellos”, afirmó la adolescente.El general William Rincón considera que esa declaración es crucial, pues “es la prueba reina de que mi hijo estaba dentro de una organización para extorsionarlo”, aseguró.Aún quedan muchas preguntas por resolverSéptimo Día intentó entrevistar a Tatiana Vega, pareja de Andrés Sotelo, y a Katherine Sotelo, su hermana, pero ambas se negaron, al igual que el escolta Sergio Rico.El caso continúa bajo investigación de la Fiscalía, que deberá determinar las responsabilidades penales y la autenticidad de las nuevas pruebas.A casi un año del crimen, las grabaciones inéditas con sonido y las recientes declaraciones abren nuevas líneas de investigación en un caso que aún plantea múltiples interrogantes. Mientras tanto, William Rincón, padre de la víctima, continúa clamando justicia.
El 24 de noviembre de 2024, en el barrio Quiroga, al sur de Bogotá, fue asesinado Juan Felipe Rincón, hijo del general retirado de la Policía William Rincón. Juan Felipe recibió un impacto de bala en el tórax que le causó la muerte. La noticia conmocionó al país, pero desde entonces el caso ha estado rodeado de interrogantes. Séptimo Día accedió en exclusiva a material inédito entre fotografías, videos, confesiones y audios que podrían cambiar el rumbo de la investigación.Tras casi un año de la muerte del joven de 21 años, las autoridades aún intentan esclarecer qué fue lo que realmente ocurrió aquel día. Las grabaciones de las cámaras de seguridad eran hasta ahora las pruebas más cercanas a la verdad, aunque inicialmente no contaban con audio.El periodista Diego Guauque, de Séptimo Día, obtuvo en exclusiva un video inédito con audio que revela nuevos elementos y podría cambiar el rumbo de una investigación que ha mantenido a Colombia en vilo. ¿Quién disparó? ¿Los tiros provenían de una sola persona o hubo más involucrados?¿Quién era Juan Felipe Rincón?Cuando nació Juan Felipe Rincón, su padre, William Rincón, entonces capitán de la Policía de 33 años, le hizo una promesa a su primogénito: “Cuando lo miré a los ojos, le dije: ‘Tu corazón y mi corazón son uno solo, y por siempre lo serán’”.A los 18 años, gracias a una oportunidad laboral de su padre, viajó a Washington, Estados Unidos, donde trabajó como mesero y comenzó a ganar popularidad en las redes sociales. Tras su regreso a Colombia, inició sus estudios en Lenguas Modernas.¿Qué ocurrió días antes del asesinato?Según el general retirado William Rincón, tres semanas antes de los hechos su hijo fue contactado a través de redes sociales por una seguidora que le dio edades distintas durante las conversaciones. En una de ellas, incluso, le aseguró que tenía 10 años. Sin embargo, de acuerdo con el oficial, Juan Felipe no hablaba realmente con una niña, sino con la madre de la menor, identificada como Katherine Sotelo.“Esa persona (Katherine) le insiste con: ‘Hola, hola, hola’. Ella era la que estaba detrás y creó el usuario y Katherine es una persona de 33 años”, afirmó el general retirado y padre de la víctima.De acuerdo con el general, ese usuario le habló de una amiga de 15 años. Juan Felipe se habría contactado con ella y tras varios días de conversación, se citaron en Titán Plaza, en el occidente de Bogotá. Las cámaras de seguridad registraron el encuentro que tuvo con la adolescente de 15 años, y tras un par de horas ambos abandonaron el lugar.Las pistas revelan el momento en que Juan Felipe ingresa a su apartamento junto a la adolescente. Al día siguiente, ambos salen del lugar y se encuentran con su escolta, Sergio Rico. El joven deja su motocicleta y, posteriormente, los tres abordan una camioneta de uso oficial de la Policía Nacional.Reconstrucción del caso Juan Felipe RincónEl 24 de noviembre, Juan Felipe llegó al barrio Quiroga. Descendió de la camioneta en compañía de la joven, mientras su escolta mantenía cierta distancia y los seguía de cerca.Mientras tanto, en otro punto al que la pareja llegaría pocos segundos después, Katherine Sotelo fue captada por una cámara en la que se le escuchó pronunciar: “¿Dónde está?”.“Obtuvimos esta que es la única cámara que tiene sonido y esta fue fundamental para poder determinar momentos claves como el de Katherine Sotelo, que se comunica con la menor... Se pusieron de acuerdo para poder cometer el hecho delictivo”, afirmó Yefrin Garavito, director de la Unidad de Investigación Criminal de la Defensa (UID).Revelaciones exclusivas del casoSegún el análisis de las cámaras de seguridad, los dos jóvenes llegan al lugar de los hechos a las 11:18 de la mañana. La joven, de 15 años, saluda a Katherine Sotelo, quien también saluda a Juan Felipe. Pocos minutos después, Juan Felipe es rodeado, golpeado y posteriormente herido de bala.En las imágenes se observa la llegada de Andrés Camilo Sotelo, una de las personas procesadas por el asesinato, y de su pareja sentimental, Tatiana Vega López, quien al parecer también portaba un arma. Según los audios, el escolta de Juan Felipe intentó repeler el ataque. “¡Quieto, quieto! Policía Nacional”, se le escucha decir antes de realizar un disparo.“Ese es un primer disparo de advertencia que realiza el patrullero Rico para que puedan soltar al protegido, pero no impactó contra nada”, explicó Yefrin Garavito.Sin embargo, una de las grandes incógnitas sigue siendo si el disparo que terminó con la vida del joven Juan Felipe Rincón provino del arma del escolta o de la de los presuntos agresores.Otra de las pruebas corresponde a la declaración de la joven de 15 años, quien habría llevado a Juan Felipe al lugar de los hechos. En un video, la menor aseguró: “Ellos planeaban extorsionarlo. Estoy dispuesta a hablar a cambio de protección para mí y para mi familia. Estoy dispuesta a declarar todo en contra de ellos”. Una versión que según el general retirado es: “la prueba reina de que mi hijo estaba dentro de una organización para extorsionarlo”.La versión de Andrés Camilo SoteloSéptimo Día entrevistó a Andrés Camilo Sotelo, hermano de Katherine Sotelo, quien admitió haber golpeado a Juan Felipe, pero negó rotundamente haberle disparado. Según su versión, el disparo mortal habría sido hecho por el escolta Sergio Rico.“El escolta. Nadie más tenía un arma de fuego ese día, sino el escolta. ‘¿Pero, usted si tenía un arma de fuego?’ Ni siquiera hacía sonido, si miras bien los videos de la grabación de seguridad, cuando yo le pego los dos cachazos, el tambor de la pistola se cae”, aseguró Andrés Camilo Sotelo.Cabe recordar que las autoridades señalaron que el joven portaba un revólver de CO2, el cual, según expertos, no es un arma letal ni apta para disparar proyectiles reales. No obstante, investigadores de la UID advirtieron que existe la posibilidad de que el arma incautada no sea la misma que se utilizó durante los hechos.Sin embargo, los peritos de balística confirmaron que no se hallaron residuos de pólvora en sus manos, por lo que el joven fue dejado en libertad mientras continúa la investigación. Sin embargo, para la familia Rincón y su defensa, la versión de Sotelo no coincide con las pruebas audiovisuales que muestran la participación de varios agresores durante el ataque.Resultado de la necropsiaEl informe de Medicina Legal determinó que Juan Felipe Rincón murió a causa de una herida de bala que perforó el pulmón izquierdo. Además, su cuerpo presentaba más de doce lesiones por golpes, especialmente en el rostro y el torso, lo que confirma que fue brutalmente agredido antes del ataque.El general William Rincón sostuvo ante las cámaras que su hijo fue víctima de una red que usaba el engaño para extorsionar. “Fue víctima de una organización criminal. Ese es un grupo delincuencial. Ellos han hecho estos tipos de eventos que son extorsiones a varias personas, hacen unos montajes, fingen ciertas cosas y como es un delito que tiene que ver con la dignidad, las personas se asustan y terminan entregándole todo a ellos”, afirmó.Una investigación aún abiertaSéptimo Día intentó entrevistar a Tatiana Vega, pareja de Andrés Sotelo, y a Katherine Sotelo, su hermana, pero ambas se negaron, al igual que el escolta Sergio Rico. Por ahora, el caso permanece en manos de la Fiscalía General de la Nación, que deberá determinar la responsabilidad penal de los involucrados y verificar la autenticidad de las nuevas pruebas.“Es terrible. He tenido que ver a mi hijo más de 100 veces cómo muere”, afirmó el general William Rincón, quien busca descifrar lo que realmente ocurrió aquella mañana. “Es una deuda de honor que yo tengo en rescatar ya en este momento la dignidad de mi hijo... Quiero que mi hijo descanse en paz y este tranquilo”, concluyó.
Terror provocó una balacera en Cali en la noche del 28 de agosto. Las autoridades revelaron que se trató de un enfrentamiento entre bandas criminales y en el hecho murió una persona que nada tenía que ver en la disputa entre los delincuentes.Noticias Caracol conoció que la balacera enfrentaba delincuentes conocidos como alias Dimax y alias Chiga Pipe, dos líderes de dos bandas criminales de la capital del Valle del Cauca que se dedican al narcotráfico, al homicidio, al hurto, al porte de armas de fuego, entre otros delitos.Al parecer, fue alias Dimax, que no estuvo en el lugar de los hechos, quien ordenó el ataque sicarial contra Chinga Pipe, quien se movilizaba al interior de un carro con una mujer, que sería su pareja sentimental. El saldo dejó a dos personas muertas y a siete más heridas.Alias Dimax es un delincuente de 37 años que ha sido capturado en repetidas ocasiones y posteriormente dejado en libertad.“Pudimos establecer que es una confrontación que tienen estos dos delincuentes, alias Dimax y alias Chinga Pipe, asociadas a las rentas criminales, el narcotráfico y ajustes de cuentas por homicidios selectivos en el departamento del Valle del Cauca”, indicó el general Henry Yesid Bello, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.Uno de los líderes de la banda criminal estaba en casa por cárcelAlias Chinga Pipe, según la Policía Nacional, también había sido capturado en repetidas veces, específicamente siete veces y actualmente se encontraba retenido en un resguardo indígena del municipio de Florida, Valle del Cauca.“El año pasado, por parte de los jueces de la república, le otorgaron prisión domiciliaria en un resguardo del municipio de Florida, Valle, en una comunidad indígena, que es una comunidad nasa. Allí tenía que estar, él no tenía que estar en el barrio El Retiro”, indicó el comandante.Alias Chinga Pipe fue capturado nuevamente por porte ilegal de armas de fuego y fraude aresolución judicial.Armando Escobar, abogado penalista, mencionó en Noticias Caracol que “aquí vemos es que hay una fuga de presos y la pregunta es qué medidas, que correctivos o qué medidas están tomando o cómo están cuidando, como lo hace la justicia ordinaria o el Inpec los resguardos indígenas a las personas que están privadas de la libertad por las decisiones judiciales que ellos han tomado al interior de estos resguardos. Ellos no pueden ir como una rueda suelta”.En la balacera, un conductor de bus que pasaba por el lugar del atentado fue víctima del fuego cruzado entre las bandas ilegales. Este hombre fue identificado como Javier Tello Escobar, de 50 años. Uno de los sicarios también perdió la vida.Tras lo sucedido, la Policía incautó un fusil calibre 556, 3 pistolas 9 milímetros y 4 celulares.Las autoridades están tras la pista alias Dimax y, además, deberán establecer por qué los hombres que dispararon tenían porte legal de armas.CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOLX: RojasCamoCorreo: wcrojasb@caracoltv.com.coInstagram: Milografias
En la noche del jueves 28 de agosto, un grupo de delincuentes armados a bordo de motocicletas interceptaron una camioneta blindada, que transitaba en el oriente de la ciudad de Cali, y abrieron fuego contra los ocupantes del vehículo. Una de las personas que se encontraba al interior del carro perdió la vida y ocho personas más resultaron heridas. Noticias Caracol conoció la identidad de la víctima mortal en estos hechos.Las armas que los sicarios habrían usado eran de alto calibre, por lo que las balas lograron penetrar el blindaje de la camioneta.“Avanzamos en las labores verificación para establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar. Por el momento, tenemos una persona que falleció en un centro asistencial, hay varias personas lesionadas y estamos en ese proceso investigativo de manera conjunta con la Fiscalía General de la Nación”, informó el general Henry Yesid Bello, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.Por su parte, Jairo García, secretario de Seguridad de Cali, dijo que “la Policía Metropolitana a través de la Policía Judicial y el CTI se encuentran en proceso de verificación de un incidente sucedido en las últimas horas en el sector del Vallado. Esperamos tener resultados muy pronto sobre los afectados y también sobre los responsables de este incidente. Avanzamos en las labores de verificación para establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar”. Agregó que “por el momento tenemos una persona que falleció en un centro asistencial. Hay varias personas lesionadas y vamos en el proceso investigativo de manera conjunta con la Fiscalía General de la Nación”.Muerto en camioneta blindada Toyota en Cali alcanzó a ser llevado a un hospitalLos heridos del ataque permanecen en observación médica. En el lugar de los hechos, las autoridades incautaron cuatro armas de fuego, entre estas un fusil.Como medida de choque, la ciudad de Cali está siendo patrullada por cielo y tierra. El Halcón de la Policía Nacional se encuentra sobrevolando y haciendo patrullajes nocturnos. En tierra, un grupo de Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas lidera puestos de control y operaciones tácticas contra el crimen.La víctima mortal fue identificada como Javier Tello Escobar, de 49 años de edad, quien alcanzó a ser llevado a un centro asistencial luego del ataque contra la camioneta blindada, pero falleció minutos después. Las investigaciones alrededor de este caso continúan.Las autoridades de Cali indicaron que los homicidios se han reducido en al menos 10 casos durante lo corrido del año 2025. Los operativos de seguridad siguen desplegados tanto aéreos como terrestres.CAMILO ROJAS, PERIODISTA NOTICIAS CARACOLX: RojasCamoCorreo: wcrojasb@caracoltv.com.coInstagram: MilografiasESTA NOTA TIENE INFORMACIÓN DE JOHN ALEX HENAO, PERIODISTA DE NOTICIAS CARACOL
Una camioneta de alta gama fue interceptada y atacada por sicarios en motocicleta, quienes estaban fuertemente armados, en la Avenida Ciudad de Cali con Carrera 39, en la capital del Valle del Cauca. El atentado, ocurrido sobre las siete de la noche de este jueves 18 de agosto, dejó un muerto y ocho personas heridas, según informó la Policía Metropolitana de Cali. “La Policía Metropolitana, a través de la Policía Judicial y el CTI, se encuentran en proceso de verificación de un incidente sucedido en las últimas horas en el sector del Vallado. Esperamos tener resultados muy pronto sobre los afectados y también sobre los responsables de este incidente. Avanzamos en las labores de verificación para establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar”, aseguró minutos después el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jairo García. El conductor de la camioneta y el copiloto fueron atacados por los sicarios en dos motocicletas, quienes, según testigos, tenían armas largas o fusiles y abrieron fuego contra el vehículo, logrando impactarlos a pesar de que este estaba blindado. Una de las víctimas resultó gravemente herida y fue llevada a un centro asistencial cercano, en donde falleció. Los otros afectados también fueron trasladados a hospitales de la zona. "Hay varias personas lesionadas y vamos en el proceso investigativo de manera conjunta con la Fiscalía General de la Nación”, añadió el secretario. El diario El País de Cali indicó que testigos de la comunicad, quienes vivieron momentos de pánico por los disparos, comentaron que las motocicletas de los sicarios eran de alto cilindraje, tipo DR-650, y tenían las placas cubiertas. Después de disparar en múltiples ocasiones contra la camioneta, huyeron rápidamente de la escena del crimen.Atentado cerca a base aérea en CaliEste ataque sicarial se suma al grave atentado que se registró en la tarde del pasado 21 de agosto, cuando un camión cargado con dos cilindros bomba explotó cerca a la base aérea Marco Fidel Suárez, dejando seis civiles muertos y 79 heridos. En el sector se encontraban distintos locales comerciales y transeúntes, quienes vivieron momentos de pánico. El ministro de Defensa Pedro Sánchez responsabilizó a las disidencias de las Farc de la explosión y afirmó lo siguiente: "La razón fue el desespero cobarde por toda la contundencia operacional que ha tenido la Fuerza Pública para afectar todos sus corredores de movilidad en Nariño, Cauca y Valle del Cauca. Hace dos días, nuestras Fuerzas Militares ingresaron al cañón del Micay a un sitio llamado Honduras, y allí decomisaron y destruyeron tal vez el arsenal criminal más grande de la última década".Una de las víctimas fatales es Cristian Leandro Riascos, un joven de 24 años que iba a recoger a su esposa al trabajo en su moeto para después encontrarse con su hija de un año y medio. "Muy caballeroso (...) Tan lleno de amor. Un buen papá", dijo su Laura Ojeda, esposa de Riascos, en unas breves palabras para Noticias Caracol.Asimismo, John Alexander Zúñiga, quien se desempeñaba como supervisor de comedores comunitarios, falleció en el atentado y su tía, Nelcy, está gravemente herida. Ambos se movilizaban en motocicleta cuando ocurrió la explosión. "Cuando estalló la bomba, mi hijo quedó instantáneamente muerto en el sitio", dijo su padre, que espera la recuperación de su hermana y que le entreguen el cuerpo de su hijo.La docente Martha Lucía Agudelo y Juan Diego Martínez fueron otras de víctimas que fallecieron por causa del atentado terrorista. John Eder Parra, el conductor de un taxi que quedó en pérdida total tras la explosión, perdió la vida de inmediato mientras esperaba dentro de su vehículo. Una mujer embarazada, que tenía cuatro meses de gestación, es la sexta víctima, y hasta el momento no ha sido identificada.LAURA VALENTINA MERCADONOTICIAS CARACOL DIGITAL
Los recientes atentados en Cali, Valle del Cauca, y Amalfi, en Antioquia, que dejaron 6 civiles y 13 policías muertos, además de otros ataques en el país, como uno perpetrado en Florencia, Caquetá, han generado temor entre los colombianos. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, habló con Noticias Caracol sobre estos hechos y los responsables, además de referirse a las amenazas que hay contra el alcalde Alejandro Eder y la gobernadora Dilian Francisca Toro.El general retirado expresó en la entrevista que con sus hombres tienen “el férreo compromiso de no doblegarnos ante el terror y seguir avanzando a pesar del dolor”, dando detalles crudos sobre lo que pasó con los policías asesinados en Amalfi.Amenazas contra el alcalde de Cali y la gobernadora del ValleEl ministro Sánchez dijo que descubrieron ese plan por el bloque de búsqueda que se creó tras los atentados en la capital vallecaucana perpetrados en junio de 2025.“Encontramos que había amenazas contra el alcalde (Alejandro Eder) y contra la gobernadora (Dilian Francisca Toro), son personas totalmente decididas a combatir el crimen, y pues quien combate el crimen es amenazado”, señaló.Tras esto, el director de la Policía, el general Carlos Triana, se trasladó a la región, “estoy hablando de junio, y les informó. Se adoptaron medidas de seguridad y con este bloque de búsqueda se logró desarticular por lo menos las redes terroristas que estaban al interior de Cali. Sin embargo, el último atentado (el del 21 de agosto) venía de afuera, del Cauca”, contó el general retirado.De ese jueves, el alto funcionario destacó la “capacidad de los caleños, ese valor de haber capturado a los dos responsables, autores materiales. Estaban oyendo que otros los estaban esperando para que pudieran huir. Detrás de ellos estamos y los vamos a capturar. La seguridad, tanto del alcalde como de la gobernadora, está totalmente garantizada”.Los tres capturados “delinquen al sur de Jamundí y límites entre lo que es el Cauca y el Valle del Cauca”, reveló. (Lea también: Atentado en Cali: presuntos implicados capturados fueron llevados a la cárcel)El rescate de los policías en AmalfiSánchez contó que en la mañana de ese jueves 21 de agosto “despegaron dos Black Hawk, aterrizaron en el sitio, dejaron a los hombres para que hicieran todo el procedimiento y fueron atacados”, al parecer “por drones, por tatucos, hay que esperar que recibamos la información de ellos”.Eso “los obligó a salir del área donde estaban, ir a una parte más alta. Las amenazas eran drones, llevaban antidrones; terrorismo con explosivos, campos minados, llevaron dos caninos; confirmaron que todos los protocolos estaban bien. (…) En ese sitio incluso había ganado”, dijo sobre el terreno donde aterrizó el helicóptero.Los uniformados “comenzaron a embarcar y cuando había unos policías adentro del helicóptero, una explosión preparada destruyó el helicóptero y causó unas heridas letales a varias de las personas que iban a bordo y a otros los asesinó inmediatamente”, relató.Para el ministro de Defensa lo más doloroso fue que “pasaron varias horas (para el rescate), no me imagino teniendo uno ahí 17 afectados. Los hombres brindando auxilio, se tomaron todas las acciones”.Aseguró que “hubo factores que uno no puede controlar y se salen de las manos y pueden producir un daño mayor en la batalla, que es la afectación por parte de la amenaza y la metodología”.Pedro Sánchez asegura que “las personas que hicieron esto no tienen alma o el alma es negra”.¿Qué ha pasado con la paz total del Gobierno Petro?El ministro de Defensa recalcó que “es una política de Estado”, recordando que “en este momento no hay ningún cese al fuego con ningún grupo criminal”.A su parecer, la paz total pudo haber generado “un ambiente para que esos criminales, por debajo de la mesa, le hicieran conejo a ese diálogo, a ese proceso, e incrementaron su poder criminal, que este año estamos enfrentando; que crecieron, son claras las cifras; que jugaron sucio con lo que pasó en Catatumbo”.Pero el general retirado insistió en que las Fuerzas Militares “no nos doblegamos, avanzamos con mayor empeño, va a haber mayor ofensiva”.Por eso invitó “a quienes están en esos grupos delictivos a que se desmovilicen, de lo contrario que no tengan duda de que se empleará toda la fuerza legítima del Estado para defender a cada colombiano”.“Hemos tenido momentos más complejos, no nos vamos a arrodillar y lo hacemos por un fin supremo, que es la vida y la seguridad”, concluyó.NOTICIAS CARACOL
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, dio a conocer recientemente un supuesto plan con el que, presuntamente, grupos armados ilegales de su región pretenderían asesinarlo. El mandatario local dijo que, debido a los recientes operativos que se habrían llevado contra estos grupos armados, estarían buscando una manera de atentar contra su vida. Así lo confirmó en unas recientes declaraciones dadas a Blu Radio. En ellas, Éder dijo que tras el reciente atentado acontecido en inmediaciones de la base aérea Marco Fidel Suárez, él podría ser el nuevo objetivo de estos grupos armados que delinquen en la zona. Sería la disidencia de las Farc Jaime Martínez la cual estaría ideando este plan para acabar con su vida. Desde que un bloque de búsqueda encontró pruebas que demostrarían tal objetivo, el alcalde ha incrementado sus medidas de seguridad y protección, especialmente en momentos en los que lleva a cabo eventos públicos o de alta exposición. "Esta es una amenaza que conocemos hace algunas semanas, como resultado del bloque de búsqueda, y mis medidas ya se tomaron para reforzar mi seguridad desde hace unas semanas. Es un riesgo que estoy dispuesto a asumir, no es un juego. Confío en la fuerza pública y su capacidad para cuidarme. Esta es una amenaza muy seria, estos sin vergüenzas nos quieren llevar a la década de los ochentas para asesinar a gobernantes y dirigentes públicos poniendo bombas en medio de civiles, así como lo vivimos esta semana", agregó el entrevistado al medio citado. Gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, también estaría amenazadaPero este macabro plan no solo buscaría apagar la vida del actual alcalde de la capital vallecaucana. Alejandro Éder, en diálogo con la cadena radial, también sostuvo que los grupos armados estarían detrás de otro plan para asesinar a la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro. El entrevistado dejó claro que ambos son conscientes de este tipo de amenazas, las cuales derivarían de un supuesto plan de retaliación contra ambos gobernantes. "Es una amenaza que nosotros asumíamos que existía y sabemos que a los criminales no les gusta que tanto la gobernadora como yo estemos parados tan de frente para proteger a Cali y el Valle del Cauca del terrorismo. No vamos a dejar que ningún terrorista nos vaya a amedrentar. Estos tipos son muy sanguinarios y es una amenaza muy seria”, agregó el alcalde Alejandro Éder. Este anuncio lo dio a conocer el alcalde de Cali solo pocos días después de que se registrara un trágico atentado en Cali, presuntamente al mando de las disidencias de las Farc, y de que un helicóptero que transportaba a policías en Amalfi, Antioquia, fuera derribado. Ambos hostigamientos, en total, han dejado un saldo de 19 personas fallecidas y más de 70 heridas. Esto ha dicho el alcalde de CaliTras lo anunciado, Alejandro Éder se comunicó con Noticias Caracol y dio detalles sobre lo que está ocurriendo en la capital vallecaucana. En conversación, el mandatario habló sobre una amenaza regional que mantendría el riesgo hacia las sociedad civil. "Esa red que antes ponía bombas ya quedó incapacitada y por eso vemos que esos bandidos mandan otros terroristas desde el norte del Cauca para poner la bomba del jueves", dijo el mandatario, haciendo referencia a los trabajos que se han hecho para neutralizar estos ataques. "Ya estamos volviendo, pues, a las épocas del terrorismo desmedido de antaño. (...) Estamos trabajando y a la espera de que lleguen los soldados que acordamos desde esta noche. (...) Solicitamos, por lo menos un batallón adicional para recuperar todas las zonas hacia el sur de Cali", agregó Éder.Procuraduría rechaza amenazas contra alcalde de CaliLa Procuraduría General de la Nación también se pronunció tras las denuncias hechas por Éder. A través de un comunicado, el procurador Gregorio Eljach rechazó la violencia y cualquier intento de los grupos ilegales por atentar contra la vida de los gobernantes del Valle del Cauca. "Para el Procurador la unidad de los colombianos tiene que ser la estrategia para derrotar a los violentos, reiteró la necesidad de cerrar filas contra quienes buscan fragmentar el tejido social e instó a autoridades a garantizar no solo su vida, sino la de todos los vallecaucano", dijo la Procuraduría. JULIÁN CAMILO SANDOVALNOTICIAS CARACOL DIGITALJSANDOVAL@CARACOLTV.COM.CO
Walter Esteban Yonda Ipía y Carlos Steven Obando Aguirre deberán permanecer privados de la libertad en centro carcelario mientras avanza el proceso penal en su contra, tras ser señalados por su presunta participación en el atentado terrorista ocurrido el pasado 21 de agosto en inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, en Cali.De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, ambos individuos harían parte de la estructura Jaime Martínez, perteneciente a las disidencias de las FARC. Según el ente acusador, los procesados habrían trasladado dos camiones acondicionados con granadas de mortero y cilindros cargados con explosivos —a base de nitrato de amonio y polvo de aluminio— desde zona rural de Corinto (Cauca) hasta Cali.Los vehículos fueron ubicados en una vía aledaña a la instalación militar, y los artefactos fueron activados mediante un mecanismo de mecha lenta. Posteriormente, los presuntos atacantes habrían abandonado los camiones con el fin de huir del lugar.La explosión de uno de los camiones, presuntamente conducido por Yonda Ipía, dejó un saldo trágico de seis personas muertas, más de 60 heridas y considerables daños materiales. La rápida reacción de la comunidad y de unidades de la Policía Nacional permitió la captura en flagrancia de los dos sospechosos, quienes intentaban escapar del lugar.Durante la audiencia de control de garantías, la Fiscalía presentó pruebas que vinculan a los imputados con los hechos y procedió a imputarles los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado en persona protegida, tentativa de homicidio agravado y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos.Yonda Ipía y Obando Aguirre no aceptaron los cargos. Entretanto, las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer completamente lo sucedido y desarticular estructuras criminales responsables de este tipo de actos violentos.JULIÁN CAMILO SANDOVALNOTICIAS CARACOL DIGITAL
Walter Esteban Yonda Ipía, alias Sebastián, y Carlos Steven Obando Aguirre, alias El Mono, fueron imputados por la Fiscalía General de la Nación por el atentado en Cali del pasado jueves 21 de agosto en el que murieron seis personas y cerca de ochenta heridas.Los dos hombres, de acuerdo con el ente acusador, fueron quienes “habrían transportado y activado dos camiones acondicionados con varios cilindros cargados de un material explosivo a base de nitrato de amonio y granadas de mortero en inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez en Cali”.Las pruebas que tendrían la FiscalíaSegún la entidad, los hombres dejaron los vehículos “en la carrera octava con calle 52 de la ciudad de Cali, al frente la Escuela Militar de la Fuerza Aérea de Colombia de nombre Marco Fidel Suárez”, hacia las 2:40 de la tarde del jueves.Llevaban 358 kilos de explosivos en los vehículos, uno de los cuales explotó. Los detonantes, precisó el fiscal, estaban “en 8 cilindros de 100 libras, 5 cilindros de 40 libras acondicionados con 50 kilos de explosivos a base de nitrato de amonio y polvo de aluminio cada uno, 36 de artefactos explosivos de tipo tatuco acondicionados con 3 kilos de alto explosivo a base de nitrato de amonio cada uno, 50 metros de cordón detonante, 2 detonadores no eléctricos, 2 fragmentos de mechas de seguridad”.“Ellos tenían una finalidad concreta y era cuál. Llevar esos dos carros ante la base aérea Marco Fidel Suárez, como bien lo ha referido su prohijado al momento de rendir interrogatorio de indiciado, prenderlo y emprender la huida para no ser afectado por la onda explosiva al momento de que se diera la respectiva detonación. Y la misma finalidad tenía el otro señor, el señor Carlos Steven Obando Aguirre. Lógicamente, esos resultados, afortunadamente estalló un solo carro, no estallaron los dos porque si no, los daños habrían sido mucho más representativos. Entonces, que desde ese punto de vista, pues lógicamente se entra a determinar que estas personas sí pertenecen a un grupo de delincuencia, en este caso un Gaor, como bien lo refiere la ley 1908 del año 2018”, afirmó el fiscal del caso.¿Qué cargos les imputaron a los dos hombres?Alias Sebastián y alias El Mono deberán responder por los delitos de homicidio agravado en persona protegida, tentativa de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos.El atentado por el que los señalan dejó seis personas muertas, identificadas como: Cristian Leandro Riascos, John Alexander Zúñiga, Martha Lucía Agudelo, Juan Diego Martínez, John Eder Parra y una mujer que tenía cuatro meses de gestación.POR SANDRA SORIANO SORIANOCOORDINADORA DIGITAL NOTICIAS CARACOLsmsorian@caracoltv.com.co
Colombia sigue estremecida por el atentado en Cali perpetrado el pasado jueves 21 de agosto en inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez. El ataque, atribuido a la estructura Jaime Martínez de las disidencias de las FARC, dejó seis personas muertas, más de 70 heridas y una profunda huella de dolor en la comunidad. En las últimas horas, la Fiscalía General de la Nación legalizó la captura de dos presuntos responsables: Walter Esteban Yonda Ipía y Carlos Steven Obando Aguirre, quienes enfrentarían cargos por terrorismo, homicidio agravado y concierto para delinquir.El atentado ocurrió a las 2:50 p.m., cuando un camión cargado con explosivos tipo tatuco fue detonado cerca de la base aérea. La explosión generó una onda expansiva que destruyó vehículos, viviendas y locales comerciales en la Carrera Octava, una zona de alta circulación. Entre las víctimas fatales se encuentran un taxista, una docente, un joven padre de familia, un supervisor de comedores comunitarios, un menor de edad y una mujer embarazada. La magnitud del ataque lo convirtió en uno de los más graves registrados en Cali en los últimos años.Los dos capturados fueron detenidos en flagrancia gracias a la rápida reacción de la comunidad y la Policía. Según las autoridades, ambos estarían vinculados a la estructura armada que opera en el suroccidente del país y que ha intensificado sus acciones violentas como represalia por los operativos militares en el cañón del Micay. La Fiscalía presentó pruebas que incluyen testimonios, análisis de explosivos, registros de cámaras de seguridad y trazabilidad de comunicaciones, las cuales fueron suficientes para que el juez de control de garantías legalizara las capturas.Captura de alias El Mocho y su relación con el atentado de CaliEn paralelo, las autoridades confirmaron la captura de alias “El Mocho”, identificado como Diomar Mancilla Flórez, cabecilla de las milicias urbanas del grupo Jaime Martínez. Su detención se realizó en una operación conjunta entre el Ejército Nacional, la Policía y la Fiscalía, y representa un golpe estratégico contra la estructura criminal que opera en Cali y Jamundí.Alias El Mocho tenía en su contra la orden de captura Nº 98, emitida el 13 de agosto por el Juzgado 101 Penal Municipal de Control de Garantías Ambulante de Buga. Se le imputan los delitos de concierto para delinquir agravado, terrorismo agravado, homicidio agravado y tentativa de homicidio agravado.Según las investigaciones, El Mocho habría sido el coordinador de múltiples atentados con explosivos, incluyendo el ocurrido el 21 de agosto. Además, está vinculado a asesinatos selectivos en las comunas 14 y 1 de Cali, reclutamiento forzado de menores en barrios del Distrito de Aguablanca, y extorsiones a comerciantes y expendios locales.ÁNGELA URREA PARRANOTICIAS CARACOL
El Ejército Nacional, en conjunto con la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, lograron la captura de Diomar Mancilla Flórez alias El Mocho, señalado cabecilla de milicias urbanas del grupo terrorista Jaime Martínez. La detención se anunció en la noche de este viernes 22 de agosto de 2025. El grupo criminal que lidera el capturado es responsable de coordinar atentados con explosivos en Cali y Jamundí, en el departamento del Valle del Cauca."Dentro de sus antecedentes criminales, alias El Mocho es responsable de asesinatos selectivos en las comunas 14 y 1 de Cali; vinculado al reclutamiento de menores en los barrios Manuela Beltrán, Mojica, Llano Grande, Llano Verde, El Bergel, El Ballado y Los Mangos del Distrito de Aguablanca; coordinador de extorsiones a comercios y expendios en Cali; y planeador de actividades delictivas para secuestros y extorsiones en el sur de Cali y Aguablanca", se lee en un comunicado del Ejército.Lea: Lo que se sabe de los muertos y heridos tras atentado en Cali: hay militarización de la ciudad¿Cuáles son los delitos por los que capturaron a alias El Mocho?Las autoridades confirmaron que alias El Mocho tenía orden de captura Nº 98, del 13 de agosto de 2025, emitida por el Juzgado 101 Penal Municipal de Control de Garantías Ambulante de Buga (Valle del Cauca). Entre los delitos por los que era requerido el delincuente se encuentran: concierto para delinquir agravado, terrorismo agravado, homicidio agravado y tentativa de homicidio agravado. "Con esta captura se asesta un golpe determinante al grupo terrorista Jaime Martínez, debilitando su capacidad criminal contra la población civil y la Fuerza Pública en el Valle del Cauca y el suroccidente del país", agregaron las autoridades.Fuentes de la Fiscalía y el Ejército confirmaron que alias El Mocho tendría responsabilidad en el atentado ocurrido en Cali en la tarde del jueves 21 de agosto de 2025 y que causó la muerte de seis personas, y dejó a otras 79 heridas, algunas de ellas de gravedad. Esta hipótesis se fortalece debido a que el grupo Jaime Martínez es el mismo señalado de causar el reciente ataque. El capturado fue detenido por varios atentados que habría coordinado en la capital valluna en junio de este año. En las próximas horas será presentado ante un juez de control de garantías.Revelan identidades de las víctimas fatales de atentado en CaliEl atentado en Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, acabó con la vida de seis personas sobre las 2:50 p. m. del jueves 21 de agosto. El hecho se dio en inmediaciones a la base aérea Marco Fidel Suárez. El ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez, confirmó que el atentado terrorista dejó a otras 79 personas heridas."La razón fue el desespero cobarde por toda la contundencia operacional que ha tenido la Fuerza Pública para afectar todos sus corredores de movilidad en Nariño, Cauca y Valle del Cauca. Hace dos días, nuestras Fuerzas Militares ingresaron al cañón del Micay a un sitio llamado Honduras, y allí decomisaron y destruyeron tal vez el arsenal criminal más grande de la última década", dijo el ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez, quien responsabilizó a las disidencias de las Farc del atentado.MATEO MEDINA ESCOBARNOTICIAS CARACOL
La Embajada de Estados Unidos en Colombia condenó "enérgicamente" este viernes los dos atentados ocurridos este jueves contra un helicóptero de la Policía y una base aérea, que dejaron 20 muertos y más de 80 heridos, y reafirmó su compromiso con la seguridad y la paz del país. "Reiteramos nuestra solidaridad con el digno pueblo colombiano ante los recientes ataques terroristas", señaló la misión diplomática en X, en un mensaje firmado por el embajador John McNamara. La embajada agregó que Estados Unidos seguirá "apoyando a los héroes de las Fuerzas Militares, la Policía, y a todos aquellos que trabajan incansablemente por un futuro seguro y próspero para Colombia".Las autoridades colombianas atribuyeron los atentados a dos grupos de disidencias de las antiguas FARC vinculados al narcotráfico. El primero fue contra un helicóptero de la Policía Antinarcóticos, aparentemente derribado con un dron mientras sobrevolaba una zona rural de Amalfi, en el departamento de Antioquia (noroeste), y costó la vida de trece policías mientras que cuatro más quedaron heridos, según el último informe de las autoridades. Horas después, en Cali, la principal ciudad del suroeste, un camión bomba explotó cerca de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, la academia de la Fuerza Aérea, donde fallecieron siete personas y resultaron heridas 79, de las cuales 37 ya fueron dadas de alta.El deterioro del orden público ha reavivado el debate sobre las políticas de seguridad y de 'paz total' del presidente Gustavo Petro, cuyas relaciones con Estados Unidos —principal socio comercial y aliado estratégico en seguridad de Colombia— han tenido tensiones en los últimos meses, especialmente desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero pasado.EFE