El Ejército ruso iniciará sus ejercicios militares en la vecina nación de Bielorrusia, mientras que soldados ucranianos patrullan frente a separatistas rebeldes en su territorio.
La embarcación, de US$485 millones, es demasiado grande para cruzar debajo de la imponente estructura, que data de 1878 y fue reconstruida tras un bombardeo nazi.
Rusia, Ucrania, Francia y Alemania siguen “comprometidos” para reducir las diferencias. Sin embargo, no se trató una línea roja para Moscú: que Kiev haga parte de la OTAN.
La crisis por Ucrania escala y no se ve una salida diplomática próxima. Por el contrario, las fronteras se refuerzan con tropas y armamento y EE. UU. está considerando enviar 8.500 efectivos.