La ausencia de justicia en el escándalo financiero de Interbolsa se convirtió en la mejor carta de presentación para que el italiano Alessandro Corridori volviera al ruedo posando como un exitoso empresario. Esta fue su fachada de hombre inocente para crear nuevas empresas a través de las cuales habría estafado a decenas de nuevos inversionistas incautos que invirtieron más de 10.000 millones de pesos.En libertad quedó Alessandro Corridori, uno de los implicados en caso InterbolsaEn el 2012, Corridori, junto a varios directivos de Interbolsa, fue acusado por la justicia por la estafa a más de 1.000 personas que perdieron cerca de medio billón de pesos. A diferencia de otros implicados, Corridori estuvo dos años preso y quedó en libertad debido a que las dilaciones en el proceso llevaron a que prescribiera su caso.“La administración de justicia en el tiempo que la ley tiene establecido para el juzgamiento no alcanzó a juzgarlo, por lo tanto su inocencia no quedó acreditada”, señaló el abogado Francisco José Sintura, defensor de las víctimas de Interbolsa.Al recobrar la libertad, Alessandro Corridori se alejó de los reflectores. Pero, desde la sombra, manejaba empresas como Anzety o Nima Group, que funcionaban en un edificio, paradójicamente, ubicado a pocos pasos de la que fue la sede de Interbolsa.Como sabía que su nombre estaba manchado, en esas compañías puso como representantes legales y socios a personas que no tuvieran cuestionamientos. Incluso, puso a figurar como socia a su propia hijastra. Varias de estas personas hoy lo tienen denunciado junto a decenas de acreedores a quienes les quitó los ahorros de su vida.Noticias Caracol habló con al menos una docena de víctimas, las cuales accedieron a contar su historia, pero pidieron reservar su identidad por seguridad. Es el caso de esta viuda, madre de tres hijos, que le entregó 736 millones de pesos. Todo su capital.“Me lo presentó un amigo. Un señor serio, un señor profesional del tema que se trataba. Físicamente se veía una persona muy correcta, íntegro. Inicialmente me planteó el negocio de que invirtiera en esto un dinero con él en factoring, en cambiar unas facturas, y él me daba a mí un porcentaje de comisión y lo otro era también un contrato sobre el bitcóin, que él me daba a mí las ganancias sobre el bitcóin, pero siempre sobre unos intereses. Y por un tiempo me cumplió hasta que ya se fue del país”, señaló la víctima.A través de sus empresas, Corridori montó un esquema parecido al de una pirámide. A los inversionistas les prometía jugosas ganancias producto de las supuestas inversiones que él hacía. Como suele suceder en este tipo de estafas, durante varios meses cumplía con el pago de los intereses.“Ese dinero inicialmente sí me cumplió, nunca obviamente supe si fue invertido en bitcóin o en factoring porque eso si ya él lo manejaba a título ya personal. A mí me interesaba era que me cumpliera con los intereses, pero al final ni lo uno ni lo otro”.Un golpe de mala suerte marcó el comienzo del nuevo descalabro de Corridori. En octubre de 2021, cuando estalló el escándalo de los 70.000 millones de pesos del Mintic que terminaron en manos de Emilio Tapia, la Fiscalía reveló que Corridori era un asiduo visitante del contratista corrupto.Entre los dos, Corridori y Tapia, estaban intentando comprar el Deportivo Pereira, negocio que finalmente nunca prosperó.La sociedad entre los dos cuestionados personajes encendió las alarmas entre los inversionistas de Corridori, que no solo dejaron de inyectar recursos, sino que reclamaron su capital.Para mantener la apariencia de que su negocio marchaba viento en popa y tranquilizar a los inversionistas preocupados, Corridori les hacía llegar documentos en el que se comprometía a reintegrar la totalidad de la inversión.En el caso de otra víctima, le giró cheques por 3.800 millones de pesos como garantía, los cuales debían ser cobrados en el futuro. Cuando llegó el momento de ir al banco, la víctima descubrió que los cheques no tenían fondos.Lo mismo le ocurrió a otra de las víctimas, con un cheque por 140 millones de pesos firmado por la hijastra de Corridori, Carolina Londoño.“En este país, delinquir sí paga”: víctima del caso Interbolsa tras prescripción de CorridoriLas alertas por la cercanía entre Tapia y Corridori también se encendieron en el interior de las compañías del italiano. Sus empleados se comenzaron a dar cuenta de las actuaciones irregulares. Así lo deja en evidencia la carta de renuncia de la representante legal de la empresa Anzety y Nimar Services, dos de las firmas de Corridori.“Como se evidencia en los informes del doctor Camilo Bolívar, director jurídico de la empresa, las reuniones sostenidas con el posible inversionista en la oficina del señor Emilio Tapia, solo ha ido el señor Alessandro, quien ha asistido en compañía del abogado, yo nunca tuve alguna visita a esas instalaciones, así como tampoco me he reunido con ninguna persona relacionada", dice la misiva.La exempleada de Corridori asegura que quien manejaba la empresa era el italiano."Mi rol como representante legal de la sociedad ha sido desde la fecha de la creación de la sociedad, pero quien ha tomado las decisiones a nivel administrativo, contractual y de proyectos, de control y de destinación de fondos de la sociedad ha sido del señor Alessandro Corridori, así como los proyectos que se han ejecutado para la empresa”, señala la carta.Noticias Caracol habló con otros exempleados, quienes explicaron que Corridori hacía compromisos y negocios a sus espaldas. aseguraron que duraron varios años vinculados a estas compañías porque también tenían capital invertido, el cual esperaban recuperar. Pero lo perdieron al igual que las decenas de acreedores.Sin ningún margen de maniobra, Corridori literalmente desapareció. En mayo de 2022, la familia del italiano le contó a la Fiscalía los detalles de una llamada que Alessandro Corridori le hizo a su padre, quien vive en Florencia, Italia. "Le dijo que estaba siendo amenazado de muerte por una deuda importante, la cual como familiares desconocíamos por completo, dice que estaba muy nervioso e inclusive llorando y le dijo que únicamente tenía dos soluciones: o dejar que lo mataran o desaparecer”.A través de su padre en Italia, varios de los acreedores lograron ubicar a Alessandro Corridori, quien salió con excusas tan inverosímiles como cínicas. Así se evidencia en una carta enviada a otra de sus víctimas en junio del 2022: "Lastimosamente en el último periodo han surgido dos acontecimientos delicados que han generado problemas e inconvenientes a las compañías. Es un tema conocido a nivel mundial, que por los acontecimientos derivados de la guerra entre Ucrania y Rusia, junto a las crisis económicas de la pandemia, que las economías más importantes del mundo están sufriendo, los mercados están viviendo momentos delicados".En la comunicación, Corridori se compromete a pagar las deudas en un plazo razonable: "Es mi responsabilidad solucionar la problemática en modo rápido y satisfactorio para todos, proponiendo un acuerdo de pago con un plazo razonable... En ningún momento quiero dar una imagen que mi ausencia debida a temas personales de grande (sic) gravedad, pueda generar suspicacias de desaparición".Después de esta carta, los acreedores no volvieron a tener noticias de él hasta hace un par de meses, cuando un abogado italiano contactó a varios de ellos: “Manda un abogado hace como dos meses a decir que él me va a pagar, pero eso es para seguir dilatando el tema por ende ya no le creo nada”.Del paradero de Alessandro Corridori lo único que saben los acreedores es que está en Italia. Mientras, en Colombia, varias denuncias en su contra se comienzan a acumular en la Fiscalía en lo que se advierte será el comienzo de un nuevo escándalo financiero.“Lo que ocurre es que nuevamente pueden estar incurriendo en conductas defraudatorias del mercado de valores o de la confianza del público en el sistema financiero. Las autoridades de supervisión y control deben intervenir de manera preventiva y la Fiscalía General de la Nación, a partir de las denuncias que se formulen, hacerlo con la persecución de los hechos delictivos en los que pueda estar incurriendo”, señaló el abogado Sintura.Noticias Caracol intentó comunicarse con Corridori en Italia y su familia en Colombia, pero no obtuvo respuesta.Millonaria multa a Rodrigo Jaramillo, cabeza de Interbolsa
Rodrigo Jaramillo, una de las cabezas de Interbolsa, fue condenado por el juez 24 de conocimiento de Bogotá a pagar una millonaria multa de 320.000 millones de pesos a las víctimas del proceso.(Le puede interesar: ¿Una jugada dilatoria? Suspenden audiencia contra Juan Carlos Granados)La histórica sanción la logró el abogado Francisco José Sintura que, luego de que Jaramillo fuera condenado a 7 años de cárcel en el 2015, inició el incidente de reparación que para las víctimas de la debacle se convirtió en la única salida para recuperar su dinero.El escándalo de la que llegó a ser la principal comisionista de bolsa del país se desató en 2012, luego de hacerse pública la quiebra de la firma, ante el incumplimiento de una obligación por 20.000 millones de pesos.
La prescripción del proceso contra el empresario Alessandro Corridori, otro de los cerebros del escándalo de Interbolsa, llevó a las víctimas a decir que en este caso no recibirán justicia.Por una figura judicial conocida como prescripción, el empresario quedó fuera del alcance de la justicia colombiana que procesa el mayor escándalo bursátil del país: Interbolsa.En casi ocho años, la Fiscalía no pudo probar que el empresario italiano era responsable de los delitos de concierto para delinquir, manipulación de especies agravado y administración desleal.El ente investigador señalaba que Corridori se convirtió en accionista mayoritario de Fabricato con dinero de los clientes de Interbolsa, lo que habría significado una defraudación a más de mil víctimas, por una cifra superior de 600 mil millones de pesos.“Esto debe enseñarnos que, en estos casos de grandes fraudes financieros, la administración de justicia debe estar mucho mejor preparada para afrontar los compromisos y los riesgos que supone una actividad investigativa de esta envergadura”, señaló Francisco José Sintura, representante de las víctimas.La decisión del juez 33 de Bogotá no solo benefició a Corridori, sino también a su esposa, Claudia Jaramillo Palacios, y su cuñada María Eugenia, procesadas por los mismos hechos.Para las víctimas, ya acostumbradas a las prescripciones de delitos en este proceso, la noticia no es una sorpresa.Esto dijo Óscar Cardona, uno de los afectados: “Demuestra este caso de Interbolsa que, en este país, realmente delinquir sí paga. Que siempre los villanos y los victimarios se salen con la suya, con su dinero, con la dignidad de las víctimas y pues lamentablemente hoy, ocho años después, podemos decir que el caso de Interbolsa se quedó en el olvido, como muchos de los casos de corrupción y de maldad de este país”.Esta prescripción representa mucho para las víctimas, que ven en ella la falta de respuesta del Estado contra quienes han sido llamados cerebros del descalabro.Por su parte, Sintura agregó que “no van a ser objeto de ninguna reparación y que no hubo posibilidad de conocer la verdad”.En diciembre de 2019, otros once procesados por este caso se beneficiaron también con la figura de prescripción, entre ellos Rodrigo Jaramillo, otra de las cabezas de la estafa financiera, y a quien le prescribió el delito de administración desleal.