La prescripción del proceso contra el empresario Alessandro Corridori, otro de los cerebros del escándalo de Interbolsa, llevó a las víctimas a decir que en este caso no recibirán justicia.
Por una figura judicial conocida como prescripción, el empresario quedó fuera del alcance de la justicia colombiana que procesa el mayor escándalo bursátil del país: Interbolsa.
En casi ocho años, la Fiscalía no pudo probar que el empresario italiano era responsable de los delitos de concierto para delinquir, manipulación de especies agravado y administración desleal.
El ente investigador señalaba que Corridori se convirtió en accionista mayoritario de Fabricato con dinero de los clientes de Interbolsa, lo que habría significado una defraudación a más de mil víctimas, por una cifra superior de 600 mil millones de pesos.
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“Esto debe enseñarnos que, en estos casos de grandes fraudes financieros, la administración de justicia debe estar mucho mejor preparada para afrontar los compromisos y los riesgos que supone una actividad investigativa de esta envergadura”, señaló Francisco José Sintura, representante de las víctimas.
La decisión del juez 33 de Bogotá no solo benefició a Corridori, sino también a su esposa, Claudia Jaramillo Palacios, y su cuñada María Eugenia, procesadas por los mismos hechos.
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Para las víctimas, ya acostumbradas a las prescripciones de delitos en este proceso, la noticia no es una sorpresa.
Esto dijo Óscar Cardona, uno de los afectados: “Demuestra este caso de Interbolsa que, en este país, realmente delinquir sí paga. Que siempre los villanos y los victimarios se salen con la suya, con su dinero, con la dignidad de las víctimas y pues lamentablemente hoy, ocho años después, podemos decir que el caso de Interbolsa se quedó en el olvido, como muchos de los casos de corrupción y de maldad de este país”.
Esta prescripción representa mucho para las víctimas, que ven en ella la falta de respuesta del Estado contra quienes han sido llamados cerebros del descalabro.
Por su parte, Sintura agregó que “no van a ser objeto de ninguna reparación y que no hubo posibilidad de conocer la verdad”.
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En diciembre de 2019, otros once procesados por este caso se beneficiaron también con la figura de prescripción, entre ellos Rodrigo Jaramillo, otra de las cabezas de la estafa financiera, y a quien le prescribió el delito de administración desleal.
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