Los fenómenos migratorios de personas que atraviesan la selva de El Darién para llegar a Estados Unidos siguen preocupando a varios países de América. En una mesa de diálogo en Necoclí, autoridades colombianas y panameñas se reunieron para indagar los motivos detrás de esta realidad.>>> Puede interesarle: Así funciona el proceso migratorio de los deportados que llegaron a Colombia desde PanamáEncuentro de cancilleres en NecoclíEste 25 de agosto de 2024, el canciller Luis Gilberto Murillo instaló el Diálogo Nacional sobre el Territorio de El Darién, en Necoclí, Antioquia. Allí, junto a su homólogo panameño Javier Martínez-Acha indagaron sobre la realidad que viven las miles de personas que pasan por esta región. Mañana el encuentro será en Cartagena, donde iniciará la tercera reunión del mecanismo tripartito entre Colombia, Panamá y Estados Unidos. "Conocer de primera mano la situación de la zona fronteriza y poder también establecer los impactos de la migración en general, y particularmente la migración irregular y las necesidades de los desafíos de desarrollo de esta región tan importante", explicó el canciller Murillo.>>> Le recomendamos: Sale de Panamá hacia Colombia primer vuelo de migrantes que cruzaron por el Darién
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, finalizó su visita a tres países de Latinoamérica para ver de primera mano la crisis migratoria y aseguró que se lleva a Estados Unidos visiones y acercamientos para enfrentar "respuesta más humana a una crisis que impacta a los niños".Visita de Antony Blinken a México: los temas claves son fentanilo y ampliación del muro fronterizoAsí lo declaró el alcalde de Nueva York tras su vuelta a Bogotá luego de recorrer por aire y tierra el golfo del Urabá antioqueño, por donde los migrantes comienzan su ruta por la peligrosa selva del Darién hacia Centroamérica y donde este año ya se ha registrado una cifra histórica de más de 400.000 personas que han cruzado."Los seres humanos no deberían vivir de esta forma en ningún rincón de nuestro planeta. El Tapón del Darién es una foto de cómo este problema está impactando nuestra región", aseguró el alcalde, que en días anteriores también visitó México y Ecuador.Adams consideró que esta "crisis" no se "ha definido de manera adecuada", que debería enfocarse sobre todo en la niñez. "Me rompe el corazón que en la ciudad de Nueva York hemos llegado a toda nuestra capacidad y estamos metiendo a los niños en condiciones en las que yo no querría poner a mis hijos", subrayó.Para el alcalde, esta visita inédita ha sido "una experiencia que le ha abierto los ojos", ya que en los tres países ha visto como las organizaciones que se dedican a dar apoyo a los migrantes están desbordadas. "Es hora de darles ayuda", aseveró.Más de 400.000 migrantes han cruzado el Tapón del Darién 2023: defensor del Pueblo de PanamáSin embargo, quiso relanzar un mensaje que ya dio en otros países. Dijo que "Nueva York está desbordada" e hizo un llamado para unir esfuerzos y diseñar una estrategia conjunta -de Estados Unidos y los países del sur- "para aliviar la presión en esta región y en Estados Unidos para que un país o una ciudad no tenga que llevar todo el peso sobre sus hombros".“No vine acá con un corazón cerrado, vine con un corazón abierto para aprender más, estoy orgulloso de mi ciudad, pero les tengo que decir, alcanzamos un punto donde no podemos continuar sirviendo, es injusto para los neoyorkinos”, aseguró.Por su parte, el embajador de Colombia en Estados Unidos, Luis Gilberto Murillo, quien le acompañó durante su visita, destacó que "esta es una responsabilidad compartida, un desafío hemisférico", que conlleva dar más atención a las comunidades de paso de los migrantes, buscar más vías legales, pero también combatir las redes criminales que "se aprovechan de las personas para que pasen esa ruta de la muerte"."La migración, la movilidad humana es un instrumento de desarrollo si se hace de manera ordenada, de manera segura", enfatizó Murillo, quien recordó que "Colombia es modelo en ese sentido", pues ha acogido ya casi 3 millones de venezolanos, a pesar de que haya costado casi 1,5 puntos del PIB.Colombia y la ciudad de Nueva York coinciden en que la respuesta a esta crisis humanitaria debe ser conjunta y el alcalde incidió en que "necesitamos un mismo plan, estar seguros de que todos estamos en la misma página", un abordaje que sea "coordinado y organizado". "Pero no estamos coordinados ni organizados y eso es lamentable... Somos como una orquesta sin un director; somos buenos tocando cada uno nuestros instrumentos, pero no estamos tocando la misma música", concluyó el alcalde de Nueva York.
El diario The New York Times alertó el recrudecimiento de la violencia contra los migrantes que a diario cruzan el Tapón del Darién y denunció la participación de políticos de municipios de la región en las redes de tráfico de migrantes. Del lado colombiano la situación se complica cada día más.Niños migrantes en América Latina han aumentado de forma dramática, advirtió UnicefLa portada del diario estadounidense retrata la cruda realidad de los casi 4 mil migrantes que a diario cruzan el tapón del Darién para llegar a su tierra prometida.En el reportaje señalan a políticos de los municipios de Acandí, Chocó, y Necoclí, Antioquia, de lucrarse con millones de dólares mensuales para facilitar la migración irregular. También citan al presidente Gustavo Petro de haber afirmado que el Clan del Golfo recibe al menos 30 millones de dólares al año por este negocio ilegal y letal.Es así como cada paso de un migrante es plata para este grupo armado ilegal que tiene el control del Tapón del Darién y que sería responsable de las violaciones de los derechos humanos a esta población.Colombiana que busca salir por Tapón del Darién dice que el país 'está igual que Venezuela'“En esa selva se escucha todo, desde la muerte del migrante, la violación a las mujeres, maltrato, las estafas que son habituales, las muertes de niños, volcamientos de embarcaciones, porque no traen suficiente protección. Al ser una frontera que no está siendo manejada de manera ordenada, eso está implicando que estas personas sean sometidas a cualquier tipo de daño o violación de derechos humanos”, manifestó José Augusto Rendón, defensor regional del Pueblo para Urabá-Darién.Según la Organización Internacional para las Migraciones, al menos 350.841 personas han cruzado el Tapón del Darién en lo que va de año, casi 100 mil más que en 2022, convirtiéndose en una de las crisis humanitarias más acuciantes del hemisferio occidental.
Acandí, Chocó, es el último punto en el que miles de migrantes toman un respiro y recargan baterías antes de adentrarse en el Tapón del Darién. El panorama es crítico por cuenta de los menores de edad que, pese a que toman esa travesía como un juego, corren grave peligro.Como si se tratara de un oasis en medio del desierto, esta finca de Acandí se convirtió en el refugio transitorio para quienes buscan una vida mejor en Estados Unidos.“Me demoré cinco días en Necoclí para conseguir un turno y poder llegar hasta aquí en Acandí. De verdad es muy difícil conseguir el dinero, pasajes, guías y arriesgarse a todos los peligros”, comentó Alexander Gonzáles, migrante.En esta finca, cientos de familias, algunas con pequeños en brazos, aprovechan para olvidar, al menos por un momento, la difícil situación que están viviendo.Mientras los guías organizan el trayecto, algunas personas intentan dormir en el piso o en colchones. Otros se dan un baño y muchos se encomiendan a Dios para poder atravesar la espesa selva.“Pagamos un guía y lo estamos esperando para que nos saque y nos lleve, que nos diga por dónde es el camino para seguir avanzando”, recalcó González.Por su parte, Ricardo Vega, otro migrante, recalcó que tiene toda la “energía positiva” para llegar hasta “Panamá sano y salvo”.Diariamente, a esta finca llegan entre 1.500 y 2.000 migrantes para tratar de cumplir el sueño americano.
Un total de 11 personas, miembros de una banda dedicada al tráfico de migrantes, fueron capturadas por la Policía durante una redada que realizaron en la frontera de Colombia con Ecuador. La Dijín explicó que la mayoría de estos habitantes extranjeros eran robados y estafados por los criminales.En taxis, los migrantes llegaban a unas bodegas, al parecer, alquiladas y adecuadas por los delincuentes para albergarlos al menos durante un mes, según explica un investigador de la Dijín.“Ofrecían el servicio de alojamiento, alimentación y obviamente transporte”, informó el agente.Desde Ecuador, señala el investigador, también los movilizaban en carros particulares hacia las bodegas en Pasto. Luego de pagar una parte de la exigencia económica para seguir el recorrido, subían a los migrantes en los llamados ‘buses piratas’ y en las noches los sacaban del sitio, de manera clandestina, rumbo a Medellín y Necoclí.Emergencia en la vía Girardot-Bogotá: carro se incendió en plena carreteraLa Policía relata que, a mitad del camino, la banda detenía el bus para empezar a recaudar otra parte de dinero y completar los casi $350 dólares por persona, tan solo por llegar a Necoclí.“Todo para garantizar al migrante, el recorrido atravesando el país y llegar al destino final, que en este caso sería el municipio de Necoclí, para seguir su ruta hacia los Estados Unidos”, señaló el investigador.Cabe mencionar que, en ese trayecto, la mayoría de migrantes eran estafados y robados.“Eran asaltados en su buena fe, les quitaban todo el dinero que traían y, a pesar de los reclamos, pues había muchas mujeres embarazadas, niños en brazos (…). Esos integrantes de la organización los dejaban abandonados”, añadió el investigador.Con las casi 100 denuncias de varias víctimas, la Policía y la agencia ICE de los Estados Unidos identificaron a todos los integrantes de la banda traficante de migrantes y los capturaron.“Después de un trabajo de seguimiento y vigilancia, se puede establecer que esta organización estaba integrada por 11 personas, entre ellos alias 'Fernando', alias 'Cristian' y alias 'Atún'”, dijo el general Fernando Murillo, director de la Dijín.Estas imprudencias de algunos camioneros en las carreteras ponen en riesgo decenas de vidasLos migrantes que lograban llegar a Necoclí, eran entregados a por la banda a los denominados 'coyotes'.“Ahí se entregaban a otro grupo de personas que se hacen llamar 'los coyotes', quienes cobraban igualmente para que los transportaran en mula hacia la frontera de Panamá”, agregó Murillo.La plata que recaudaba esta banda era invertida en bodegas y viviendas, especialmente en Nariño y Medellín. Propiedades que, según la Policía, fueron allanadas y que entraron a un proceso de extinción de dominio.
Con el paso de los días la crisis humanitaria para miles de migrantes que hacen tránsito por en el municipio de Necoclí, Urabá antioqueño, se vuelve insostenible. La falta de cupo en una embarcación para llevarlos a la frontera con Panamá los tiene al borde del desespero.Tres muertos y cinco desaparecidos, entre ellos un bebé, deja naufragio en UrabáMientras, las autoridades intensificaron la búsqueda de seis migrantes, entre ellos tres menores de edad, quienes se transportaban en una lancha que naufragó en Cabo Tiburón, cerca de la frontera con Panamá.En la embarcación iban 30 pasajeros cubanos, haitianos y venezolanos y el naufragio dejó 3 fallecidos.Ante esta situación, el defensor del Pueblo solicitó a las autoridades investigar posibles omisiones en el control de la salida de lanchas clandestinas con migrantes desde Necoclí."Habíamos advertido y solicitado a la estación de guardacostas de Urabá que se reforzarán las medidas de control, sobre todo por las embarcaciones ilegales que salen en horas de la madrugada para atravesar el golfo de Urabá", señaló el defensor Carlos Camargo.A su vez, las autoridades locales insisten en la creación de un puente humanitario que permita aumentar la salida de los más de 22 mil migrantes que están varados en Necoclí.Y precisamente sobre este tema de los migrantes, el Gobierno de Colombia liderará una reunión de cancilleres de los países afectados por este fenómeno. Se realizará el próximo 20 de septiembre. En ella estará el secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken.
Un naufragio en Urabá, en la frontera con Panamá, paso obligado para decenas de miles de personas que buscan llegar a Estados Unidos, dejó al menos tres migrantes muertos y cinco desaparecidos, entre ellos un bebé de 8 meses y otros dos menores de edad."Con profunda tristeza recibimos la noticia de tres muertos y un bebé de 8 meses desaparecido", expresó en Twitter el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo.Desalentador panorama: 1 de cada 5 migrantes es menor de edad, según UNICEF"Hasta el momento se desconoce cuántas personas han sido rescatadas (...) Las comunidades cercanas a la zona aseguran que la embarcación llevaba unos 30 pasajeros e iba con sobrecupo", agregó el funcionario.Las víctimas fatales son tres mujeres, dos de nacionalidad haitiana y una cubana.El accidente ocurrió en las costas de Acandí, Chocó, que en 2021 ha experimentado un aumento significativo en el tránsito de migrantes, tras el fin de los cierres fronterizos impuestos por la pandemia.La embarcación venía del municipio de Necoclí, donde unas 20.000 personas, en su mayoría haitianos, aguardan por cupos en las embarcaciones legales que los llevan hasta la frontera colombopanameña.Un acuerdo entre los gobiernos de ambos países limitó el tránsito a un máximo de 650 migrantes al día.Hace apenas una semana la Armada Nacional interceptó tres embarcaciones que iban con 47 extranjeros en el Golfo de Urabá. Mujer de 80 años murió tras un ataque de hombres armados a estación de Policía en San Calixto"Ante la falta de oportunidades para acceder a tiquetes, muchos optan por embarcaciones clandestinas ilegales que salen desde Necoclí en la madrugada", explicó Camargo, quien la semana anterior había pedido a Panamá la creación de un corredor para facilitar el paso de migrantes vulnerables como menores o mujeres lactantes y embarazadas.Doce migrantes murieron en enero en un naufragio de una embarcación ilegal en esta misma región.
Las autoridades migratorias descubrieron que los migrantes están llegando a Ipiales, en Nariño, y haciendo tránsito hacia Necoclí por 48 trochas. Esos pasos irregulares, que no cuentan con control de las autoridades, son transitados a pie, en motos y hasta cabalgando.Las personas que logran llegar hasta Ipiales, aseguran que no es fácil cruzar por los pasos ilegales.“Pasar es difícil, hay mucha gente. Se debe pagar demasiado dinero y la comida es muy cara”, dijo Andrea Smith, migrante haitiana.Son pocos los que alcanzan a comprar un tiquete de bus que los lleve a Medellín y de allí hacer tránsito a Necoclí, para avanzar hasta Panamá y tratar de llegar a Estados Unidos, una verdadera travesía.“Estamos despachando entre 280 y 300 migrantes. Al día de hoy llevamos 5.200 personas que han salido desde Ipiales hasta Medellín”, contó John Rosero, gerente de la Terminal de Transportes de Ipiales.Aunque el puente de Rumichaca está cerrado desde marzo de 2020, las autoridades señalan que han identificado 48 trochas.“Son muchos los esfuerzos que las instituciones desarrollamos en favor del control de los pasos irregulares en la frontera con Ecuador. Sin embargo, los más de 175 kilómetros de frontera andina y la porosidad que ella tiene, hacen que la capacidad resolutiva quede corta ante la problemática”, indicó Francisco Cerón, secretario de Gobierno de Nariño.La situación en NecoclíEntretanto, hasta el Urabá antioqueño siguen llegando migrantes que se instalan en Necoclí.Se estima que cerca de 15 mil ciudadanos se encuentran en ese municipio.Muchos de ellos levantaron campamentos improvisados en las playas de ese territorio.Desde Necoclí piden ayuda al Gobierno nacional, pues la crisis migratoria trajo una emergencia sanitaria.
En el municipio de Necoclí se sigue viviendo una crisis humanitaria por cuenta de los migrantes que llegan a esa zona de Colombia para cruzar a Panamá y de allí tratar de arribar a los Estados Unidos.Cerca de 15 mil personas están varadas en el Urabá antioqueño. Denuncian que viven en carpas. Además, aseguran que deben realizar sus necesidades en la playa.“Hemos pasado 8 días. Nosotros somos 27. Las condiciones son muy malas, no hay agua, necesitamos ayuda”, contó un migrante proveniente de Haití.René Martínez es un médico que salió desde Venezuela con su familia y lleva varios días acampando en Necoclí: “No tenemos para un hotel. Estamos durmiendo en tiendas de campaña con los niños. Hemos pasado noches muy tristes, muy duras. Hemos hecho zanjas para que el agua drene”.El galeno pidió que los migrantes sean instalados en un sitio que les brinde condiciones dignas para subsistir: “Se debería hacer un refugio en el que podamos acampar, tengamos baño. No tenemos privacidad, las mujeres tienen que ir a la playa a bañarse”.Los servicios médicos del municipio han colapsado, pues cada día llegan muchas personas que sufren diferentes síntomas y no todos alcanzan a ser atendidos.“Los niños presentan síndromes diarreicos, problemas en la piel. Las mujeres embarazadas vienen sin control, tenemos pacientes hipertensos y diabéticos que no tienen tratamientos”, sostuvo Neyder Pupo, gerente del hospital San Sebastián.Las autoridades del municipio pidieron ayuda al Gobierno nacional para atender la crisis migratoria.La situación en NariñoEn Ipiales se vive un drama similar, pues migrantes venezolanos, brasileños y haitianos están esperando un cupo para llegar a Necoclí.Las autoridades aseguran que están realizando operativos para detener a las personas que realizan tráfico de migrantes en la frontera con Ecuador.“En lo corrido del año llevamos 63 capturas por tráfico de migrantes, esas acciones se han concentrado en Ipiales. Más de 500 migrantes irregulares se han puesto a disposición de Migración Colombia, entre ellos 469 haitianos, 11 uzbecos, 16 cubanos, 4 brasileños y un dominicano”, aseguró el coronel Hílbar Reyes, comandante de la Policía de Nariño.
Es claro para las autoridades que las personas que buscan el sueño americano son manipuladas por los traficantes de migrantes, conocidos como coyotes.Recientemente uno de los más buscados en América fue capturado por la policía colombiana. Pero, ¿cómo actúan las organizaciones criminales de los coyotes?“Las personas que pasan en frontera ilegales, en pasos ilegales, a los migrantes ilegales; personas que falsifican documentos para poder entregar a estos ciudadanos extranjeros; personas que los transportan y otros que los reciben en alojamientos informales”, explicó sobre el actuar de los coyes el general Fernando Murillo, director de la Dijín.Pero la presencia de los coyotes en esta zona no es nueva. En 2018 Noticias Caracol reveló como actuaban.Vea también:“Yo no se le aconsejo a nadie”: mujer que cruzó el Darién y 9 países para llegar a EE. UU.Colombia y países de América Latina se reunirán para dar solución a la crisis migratoria de NecoclíEse año, un migrante fue sorprendido por las autoridades y en medio de lágrimas explicó cómo llegó al Urabá.Desde entonces se habla de dos rutas para los migrantes irregulares.“Hablamos de dos rutas: una que es de Cúcuta, desde el vecino país de Venezuela, y otra que viene de Suramérica, que corresponde entrar por Ipiales, que es la que más se está utilizando ahorita con el fin de cruzar por el Valle del Cauca hacia Antioquia, para llegar al Urabá antioqueño y a los límites de nuestra vecino país de Panamá”, afirmó el oficial.La aventura de los migrantes no es barata.“Vemos que entre 5 mil u 8 mil dólares está gastando una persona para poder tener ese transporte ilegal, ese alojamiento ilegal y esos documentos falsos y circular por Colombia”, agregó.Detalles de la captura de ‘el Africano’La lucha contra estos grupos deja este año a unos 100 coyotes detenidos. Uno de ellos es alias ‘el Africano’, quien estaría implicado en la muerte de diez niños y nueve adultos en 2019, quienes fallecieron cuando naufragó la embarcación que los movilizaba por el Golfo de Urabá.