Los pescadores cayeron en manos de guerrilleros del ELN el pasado 13 de mayo, cuando se desplazaban en canoa por el río Magdalena tras salir de Barrancabermeja.
Además, el ELN confirmó que uno de los pescadores resultó herido por arma de fuego y que se encuentra estable. Se espera que esa guerrilla entregue a los cinco hombres a una comisión de la Iglesia y la Defensoría del Pueblo.
La víctima trabajaba en la plaza de mercado de Tibú cuando fue interceptada por los hombres, quienes serían disidentes de las FARC. Sus familiares piden que se le respete la vida.
Ellas presumen que los jóvenes pescadores están en manos del ELN: “Reiteramos excusas si cometieron algún acto indebido”. La Defensoría del Pueblo está lista para una posible liberación.
Los migrantes viajaban en un bus de pasajeros desde San Luis de Potosí, hacia Nuevo León, norte de México. Primeras versiones revelaron que los criminales estaban encapuchados.
El adolescente salvó a su hermanita de otro menor de edad, que fue identificado por las lesiones que le causó la cauchera. La niña, por fortuna, salió ilesa.
Los migrantes colombianos, al parecer todos de una misma familia, afirmaron que los bajaron de un bus después de un retén militar. Una organización denunció que los captores pidieron dinero para liberarlos, pero se desconoce si lo pagaron.
Ulf Bilger se encontraba en Tibú, Norte de Santander, cuando fue plagiado por el ELN. Este ciudadano se encontraba realizando un documental sobre las costumbres de la población fronteriza.
El abuelo secuestró a su nieta y le exigió dinero a su hija por el rescate. El adulto mayor quería utilizar la cuantiosa suma para solventar sus deudas con el juego y seguir apostando.
El crimen del pequeño Luis Santiago consternó al país en el año 2008, pues Orlando Pelayo había planeado el crimen para evadir la cuota de manutención de su hijo.