Otro de los protagonistas y ganador en estas elecciones fue el voto en blanco. Más de un millón de estos sufragios fueron marcados en los tarjetones del Senado y la Cámara, ganándole a congresistas electos que tuvieron votaciones muy por debajo.
De los más de 38.800.000 colombianos que estaban habilitados para votar, 17.530.841 lo hicieron para Senado. El voto en blanco para esa corporación fue de 1.056.670. Esto quiere decir el 6,49%.
Si se compara este valor con la votación más baja, que fue la obtenida por la senadora electa María Angélica Guerra, del Centro Democrático, con 37.928 sufragios, el voto en blanco supera por mucho esta cantidad.
Los votos nulos y los no marcados disminuyeron considerablemente frente a las elecciones de 2018. Sin embargo, el voto en blanco tuvo un ligero crecimiento.
Publicidad
"El voto rechazo, que antes era el voto nulo, cedió terreno respecto al voto en blanco. Eso se va consolidando en una manifestación ideológica y política que puede llegar a tener mucho peso en el ejercicio electoral de elecciones por venir", dice Jorge Luis Yarce, analista político.
Hay que decir también que el abstencionismo lideró en las urnas y llegó al 54,5%. Esto quiere decir que 21.289.000 colombianos dejaron de ir a votar este domingo. Para los analistas este fenómeno se debe a varios factores, entre ellos la falta de confianza y credibilidad en las instituciones y el sistema.
Publicidad
"Es importante que una de las tareas del nuevo Congreso sea recuperar estos vínculos con la ciudadanía para lograr unos mayores niveles de respaldo, credibilidad, y participación por parte de los ciudadanos. El voto en blanco tampoco sufrió mayores cambios a los porcentajes históricos", afirma Patricia Muñoz, docente de Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana.
Los expertos aseguran que el abstencionismo obedece también a carencias en la representatividad y a que los ciudadanos no ven en los candidatos reflejada su identidad política.