La llegada de Francia Márquez a la Vicepresidencia de Colombia representa un profundo viraje en la política tradicional de un país donde la izquierda nunca ha gobernado. En otras palabras, un punto de inflexión y una tarjeta de bienvenida a los movimientos sociales del país.
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“Significa que por primera vez una persona no solamente afro, sino tal vez lo más importante es que sea lideresa social, mujer, sobreviviente del conflicto, y por ende víctima que llega al alto gobierno. Esto cierra el ciclo de reconciliación que se ha abierto en Colombia desde los 80 con todos los gobiernos que han emprendido negociaciones con los grupos armados”, señaló el docente de la Universidad del Rosario Mauricio Jaramillo Jassir.
Ante la posesión de Francia Márquez, la pregunta que surge ahora es: ¿qué tanto poder de maniobra tendrá la vicepresidenta, cuya promesa ha sido cristalizar en el futuro inmediato políticas públicas para poblaciones como los indígenas, afro, víctimas del conflicto, jóvenes, LGTBIQ+ y mujeres, entre otros?
"Ustedes saben que la vicepresidencia no tiene un mandato de gobierno constitucional (...) quiero colocar esto aquí sobre la mesa porque sé que gran parte de las pregunta de la gente es qué hace Francia, pero lo que yo puedo hacer depende de las funciones que me delegue el presidente", recalcó la propia vicepresidenta hace unos días.
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Una de las funciones que asumiría la nueva vicepresidenta sería de la liderar un nuevo ministerio, el de la Igualdad, y cuyas funciones estarían encaminadas a lograr igualdad salarial, reconocer el tiempo de trabajo en el hogar -incluso con beneficios como pensión- y un ingreso vital de medio salario a mujeres madres cabeza de familia.
Para analistas, Francia Márquez tiene un gran poder simbólico en el gobierno y un importante caudal electoral. Según la experta en política Lariza Pizano, “se espera que la incidencia de Francia sea muy fuerte en términos de estructura del Estado y de determinar quién entra al gobierno y quién no. Es el caso de la ministra de Minas nombrada ayer, que es activista ambiental y quien se presume es muy cercana a Francia Márquez”.
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En todo caso, un nuevo capítulo en la historia de Colombia y de los movimientos sociales empieza a escribirse a partir de hoy.
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