El senador aseguró que está en crisis la sostenibilidad de la vida en Colombia y que se debe tener una “negociación de tú a tú, no del rey sobre el pueblo”.
¿Hay una crisis institucional, una crisis de la democracia en Colombia?
Gustavo Petro: Institucional siempre ha existido porque instituciones que excluyen la población son instituciones que se van de ilegitimidad, es decir, de crisis. Pero la crisis de hoy no es tanto eso, es más abajo, peor aún, está en la base misma de la sociedad. Lo que nosotros tenemos es una crisis económica de la forma como sobrevive la gente, como puede vivir la gente: la comida, el trabajo, los instrumentos para lograr el salario, el ingreso, esos temas, que son económicos, son los del diario vivir de la gente y son de abajo, no propiamente de estos edificios (Congreso), aunque tienen que ver. Eso está en crisis, la sostenibilidad de la vida en Colombia.
¿Cómo se puede empezar a construir un proyecto de nación?
GP: La crisis es sinónimo de incapacidad, uno podría echarle la culpa al señor que está atrás (Iván Duque), pero no, no es solamente esa incapacidad, es una incapacidad de la sociedad que consiste en una incapacidad para construir una economía productiva.
Yo creo que lo que hay que hacer es el cambio político, no podemos darle más espera porque, si no, vamos a devorarnos nosotros mismos. Y el cambio político es un pacto. ¿Hasta dónde estos círculos del poder real permiten una democratización de Colombia, por las buenas? Es lo que he intentado. Mis ocho millones de votos es por eso. Indudablemente hay una sociedad que se despierta, que lo quiere es un cambio.
¿Cómo podría describir su oposición?
GP: A mí no me gusta la palabra oposición porque nosotros somos alternativa; oposición ha sido la izquierda colombiana durante décadas, no había nacido yo y eran oposición el MOIR, el partido comunista… nosotros nacimos aquí, crecimos aquí para mover, yo he sido parte es de movimientos no de partidos políticos propiamente dichos. Mover esta sociedad hacia la democracia y la justicia social, hacia la paz.
¿Qué características debería tener ese pacto y usted en qué lugar se instala?
GP: El sujeto social real no se llama Petro, no se llama Colombia Humana, se llama la sociedad colombiana, esa fuerza social, sobre todo las mayorías de esas fuerzas sociales juveniles, de trabajadores, de trabajadoras, de campesinos, de indígenas, esa gente que nunca se le ha escuchado, pero que es la mayoría. Si esa gente sale y vuelve a las urnas, va a lograr, al principio, un efecto que es adverso: los privilegiados se asustarán tanto que en su desespero lo que van a hacer es accionar ametralladoras, es lo que están haciendo ahora, pero en el fondo van a saber que, si los pobres viven bien en Colombia, ellos vivirán bien, mejor que hoy. Que, si la sociedad es más equitativa y da más oportunidades y se pacífica, y estas juventudes van a estudiar lo que se les da la gana en las universidades y pueden hacerlo sin cobrarles, sin ponerles barreras, sin excluirlos, pues estos grandes ricos del país pues van a ser más ricos, lo que pasa es que lo van a ser de otra manera.
¿Cómo se canaliza el momento de América Latina cuando no hay una cabeza visible de ese liderazgo, sino que la gente está entrando en una dinámica espontanea de salir a las calles?
GP: Esto ha dado y dado todas estas vueltas y veo estos millones de personas saliendo a las calles en toda América Latina. Y la historia de América Latina, como fue ya hace 200 años con la independencia, se comunica, son unas ondas que pasan las fronteras, así hemos sido, esa es nuestra historia.
Eso tiene que volverse positivo, propositivo, como Chile nos ha enseñado. Aquí no es tanto cómo se reforma la Constitución, más bien cómo se aplica, cómo las condiciones básicas para convivir en paz se pueden construir.
¿Usted tiene ascendencia en esos sectores para poder plantear estos temas como pilares fundamentales de un acuerdo?
GP: Si esto se tramita vía urnas, ahí estaré. Si se tramita vía un diálogo social pues debe haber fuerzas sociales autónomas allí hablando por sí mismas, pero estas personas que detentan los privilegios en Colombia deben aterrizar, deben saber que aquí debe haber una negociación de tú a tú, no del rey sobre el pueblo, no del privilegiado mirando encima del hombro a los demás, una negociación racional sobre unas reformas fundamentales que necesita Colombia para que pueda haber calidad de vida, paz, democracia. Vendrán otros problemas, ya otros los resolverán después.
¿Se puede hacer en este gobierno?
GP: Duque es el presidente, nos guste o no nos guste es el presidente. Tiene una relativa juventud, tiene algún bagaje intelectual. Yo creo que siente las posibilidades de la historia, pero si se atreve a sentarse en la historia que está viviendo y toma unas decisiones audaces, que es permitir el diálogo social y las reformas, yo no puedo decir que sea tan incapaz de no hacerlo, diría démosle la oportunidad, que sea capaz de convocar ese diálogo social. Si las marchas son lo que lo llevan a eso, que sean, las marchas es el pueblo en la historia. Sociedad que no se mueve, es una sociedad muerta.
Esta entrevista tuvo lugar antes del 21 de noviembre pasado.