Armada con un maletín lleno de tutelas, Nidia Mota llega al hospital a luchar por la atención de su hija diagnosticada con cáncer de ovario. La afligida madre dice que lo más difícil de la enfermedad es la demora de la EPS en autorizar los tratamientos.
“Tanto sería la espera de la cirugía que la niña se enfermó de los riñones y tocó hacerle hemodiálisis estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos muy grave”, narra Nidia Mota.
Mientras ambas esperan que les aprueben el siguiente examen, otra mujer vive un drama similar. Sandra Campos cuenta que su mamá, hospitalizada en el Federico Lleras, está en una carrera contra la muerte y la EPS no autoriza su traslado.
“Me la hospitalizaron hace 2 meses y Cafésalud me la remitió supuestamente para una clínica de cuarto nivel y aunque el Federico Lleras no es de cuarto nivel me la enviaron para acá”, cuenta.
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Más de 20 mil millones de pesos adeudan las EPS al Federico Lleras, el más importante del Tolima. Ante la crisis, cerraron la unidad mental y oncología, y solo hay disponibles 9 camas pediátricas y sus directivas afirman que la situación cada vez es más crítica.