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Habitantes de calle en Palmira encontraron en una niña de 7 años a su ángel de la guarda

Luciana Trujillo descubrió que con sus dientes de leche tenía la oportunidad de recaudar recursos que le permitirían brindarles comida a los habitantes de calle de Palmira, en el Valle del Cauca.

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Luciana Trujillo tiene 7 años y es una deportista del BMX. Como muchos niños de su edad ha recibido dinero del 'hada de los dientes', pero lo que ha llegado a sus manos no lo ha usado para ella, sino para servir a los habitantes de calle en Palmira, Valle del Cauca.

Con lo que ha obtenido compra alimentos y, sobre las ruedas de su bicicleta, esta pequeña sale en las noches para repartir un mensaje de amor a las personas que no tienen un sitio para vivir y que encuentra en sus recorridos.

Incluso contó que en una ocasión usó el mismo diente con el 'hada de los dientes'.

“Se me cayó el diente y lo puse debajo de la almohada, después de ponerlo debajo de la almohada me trajo un billete de 5 mil. (Luego) yo estaba jugando tranquila con mis juguetes y me aparece ese mismo diente en el piso, entonces yo le volví a cobrar al 'hada de los dientes'”, relató Luciana.

Esta niña dice que le “gustan mucho, por ejemplo, las reacciones, las caras de felicidad” de los habitantes de calle.

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Luciana se ha convertido en modelo a seguir de todas las personas que la rodean y quien, con su risa e inocencia, contagia el mundo de amor, esperanza y solidaridad.

“Luciana es una pequeñita con un enorme corazón, que todos los días nos enseña a nosotros los grandes que tenemos que ser bondadosos, tenemos que ayudar a las personas y preocuparnos por los demás”, dice una allegada de esta pequeña solidaria.

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Esta amante del BMX espera que la labor social que realiza con el 'hada de los dientes' llegue a oídos del 'ratón Pérez', con quien busca asociarse para cumplir otro sueño: el de ayudar a los animales que se encuentran en sin comida ni techo donde vivir.

La labor de Luciana no ha sido la única que se ha llevado aplausos de los ciudadanos en Colombia. En los últimos días, el patrullero Fabián Enrique Flórez dio ejemplo de servicio al decidir cargar en los hombros a un hombre en Itagüí, Antioquia, que estaba enfermo y necesitaba ser trasladado a un hospital.

El uniformado contó que una joven se acercó a él y a su compañero pidiendo ayuda para una persona que “se encontraba en mal estado de salud. Llegamos donde el señor y el señor lo que nos manifiesta es que no era capaz de mover las piernas”.

El policía afirmó que no pudieron trasladarlo en la moto o en un taxi “porque el señor no era capaz de moverse”. Entonces, “lo primero que se me vino a la mente fue llevarlo alzado, que era lo más rápido porque el señor se encontraba bastante malito”, añadió.

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