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Shinobi: Art of Vengeance | RESEÑA: El regreso perfecto del ninja

Joe Musashi vuelve con fuerza en un plataformas 2D lleno de estilo, acción frenética y un combate tan profundo como desafiante.

Shinobi: Art of Vengeance | RESEÑA
Shinobi: Art of Vengeance | RESEÑA
Cortesía: SEGA

Han pasado más de dos décadas desde la última entrega relevante de Shinobi, y Sega parecía haber dejado en el olvido a uno de sus héroes más icónicos. Sin embargo, de la mano de Lizardcube —el estudio francés detrás de Wonder Boy: The Dragon’s Trap y Streets of Rage 4—, la saga regresa con un nuevo aire. Shinobi: Art of Vengeance no solo honra las raíces de la franquicia, sino que también la adapta al presente con un estilo moderno, un sistema de combate lleno de posibilidades y un apartado artístico que deslumbra desde el primer instante.

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La historia sigue a Joe Musashi, el ninja legendario de la serie, quien ve su aldea destruida y a su clan convertido en piedra por ENE Corp, una corporación paramilitar liderada por el despiadado Lord Ruse y sus demonios. Como su título lo indica, la trama gira en torno a la venganza de Musashi, un viaje que lo lleva a enfrentarse contra ejércitos enteros y criaturas fantásticas. Aunque la narrativa es simple y sin grandes giros, funciona como excusa perfecta para el despliegue de acción.

Un estilo visual que impacta

Si algo distingue a Art of Vengeance es su apartado gráfico. Con un arte completamente dibujado a mano, el juego luce como una animación de primera categoría. Cada escenario está lleno de color, detalle y movimiento, mezclando influencias europeas y japonesas en un estilo único que recuerda tanto a cómics como a clásicos de Sega en los noventa como Comix Zone o Aladdin.

El resultado es un mundo vibrante y coherente, donde cada pantalla parece una ilustración que cobra vida. En movimiento, la fluidez y expresividad de los trazos hacen que incluso las peleas más intensas tengan un toque elegante. La comparación con los trabajos de Vanillaware (13 Sentinels, Unicorn Overlord) no es exagerada: estamos frente a uno de los plataformas 2D más atractivos visualmente de los últimos años.

Combate con profundidad de sobra

Más allá de lo visual, Art of Vengeance brilla en lo jugable. Su propuesta combina plataformas precisas con un sistema de combate que recuerda tanto a un juego de peleas como a un Metroidvania. Musashi no solo blande su katana y lanza kunais, sino que también cuenta con un amplio repertorio de movimientos especiales, combos y evasiones que dan pie a enfrentamientos dinámicos y espectaculares.

Clásico
Clásico
Cortesía: SEGA

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El sistema se construye en torno a cadenas de combos que pueden ampliarse con ataques aéreos, contraataques y habilidades especiales. Entre ellas están los Ninpo (habilidades mágicas como invocar un dragón de fuego o crear un escudo de agua) y los Ninjutsu, movimientos definitivos capaces de arrasar con hordas o recuperar vida en momentos críticos. Estas técnicas se alimentan de barras que se cargan al atacar o recibir daño, lo que obliga a usarlas de manera estratégica.

La variedad se amplía con amuletos que modifican el estilo de combate: algunos mejoran los ataques pesados, otros activan bonificaciones al alcanzar cierto número de golpes en combo. Esto no solo fomenta la experimentación, sino que convierte cada pelea en una danza de precisión y espectáculo.

Plataformas desafiantes pero satisfactorias

El control de Musashi es uno de los puntos más pulidos del juego. Saltar, deslizarse, escalar o esquivar responde con una precisión que transmite la sensación de ser un auténtico ninja. Las secciones de plataformas, algunas opcionales, ponen a prueba la habilidad del jugador con desafíos que exigen reflejos rápidos y coordinación exacta.

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Eso sí, hay momentos en los que la dificultad se dispara, especialmente hacia el final de la campaña. Los últimos niveles introducen tramos que requieren una ejecución casi perfecta, lo que puede generar frustración. Afortunadamente, los puntos de control suelen estar bien ubicados y evitan que la experiencia se torne injusta.

Una campaña intensa y modos extra

La historia principal se completa en unas ocho horas, aunque dependiendo de la exploración y los secretos puede alargarse hasta unas 20. Al terminar, se desbloquean un modo arcade y un boss rush, perfectos para quienes quieran exprimir al máximo el combate y perfeccionar sus habilidades.

campaña intensa
campaña intensa
Cortesía: SEGA

El juego también incluye elementos propios de los Metroidvania, como la posibilidad de regresar a escenarios con nuevas habilidades (ganchos, garras para trepar) y acceder a áreas secretas. No obstante, este backtracking no siempre está bien integrado: en ocasiones se siente como un añadido que rompe el ritmo en lugar de enriquecer la experiencia.

Música y sonido al nivel

El apartado sonoro está a cargo de Tee Lopes, compositor de Sonic Mania. La banda sonora mezcla sintetizadores modernos con toques tradicionales japoneses, logrando una energía perfecta para acompañar la acción. Cada batalla importante viene reforzada con temas potentes que potencian la tensión y hacen que la experiencia sea aún más memorable. Los efectos de sonido, desde el choque de espadas hasta los susurros del viento en escenarios abiertos, refuerzan la inmersión.

Comparaciones inevitables

El lanzamiento cercano de Ninja Gaiden: Ragebound ha hecho que ambas sagas vuelvan a coincidir después de años. Mientras que Ragebound apuesta por un estilo retro más rígido y cercano a los originales, Shinobi: Art of Vengeance se siente como un puente entre pasado y presente. Mantiene la esencia clásica, pero introduce un nivel de modernidad en combate, arte y presentación que lo coloca más cerca de propuestas recientes como Hollow Knight o Dead Cells, sin perder su identidad propia.

Luces y sombras

Aunque el juego roza la excelencia, no está exento de problemas. El pico de dificultad en los últimos niveles puede frustrar incluso a jugadores experimentados. Además, la duración de la campaña principal puede sentirse corta para quienes busquen una aventura más extensa. Y aunque el backtracking añade valor de rejugabilidad, no siempre está bien justificado dentro del diseño general.

Luces y sombras
Luces y sombras
Cortesía: SEGA

Sin embargo, son detalles menores frente al conjunto. La precisión de los controles, la belleza visual, la música y la profundidad del sistema de combate hacen de Art of Vengeance un título imprescindible para los fans del género.

Conclusión

Shinobi: Art of Vengeance logra lo que parecía imposible: traer de regreso a un clásico de Sega con respeto por sus raíces, pero con la valentía de proponer algo nuevo. Es un plataformas 2D desafiante, hermoso y con un sistema de combate tan profundo que invita a perfeccionarse constantemente.

Para quienes crecieron con Musashi, es un regreso soñado. Para quienes nunca jugaron Shinobi, es la mejor manera de conocer una saga histórica. Lizardcube ha demostrado otra vez que sabe revivir clásicos con elegancia, y este podría ser el inicio de una nueva etapa para uno de los ninjas más queridos de los videojuegos.

Calificación Shinobi: Art of Vengeance
Calificación Shinobi: Art of Vengeance
VolkGames

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