Residentes del barrio Santa Ana oriental, en Bogotá, aseguran haber descubierto cómo ladrones marcan casas para que sus cómplices calculen cuál es el momento de ingresar. Esta aparente modalidad busca identificar especialmente aquellas viviendas cuyos propietarios han salido a vacaciones en épocas como la Semana Santa.
A través del circuito de cámaras de seguridad se ve a un sospechoso fingiendo dejar publicidad en las puertas. Para los habitantes de esa zona no se trata de este oficio, sino de una manera para que los delincuentes se comuniquen entre ellos.
El plan es poner un cartón entre las rejas o rendijas de los portones, actividad que realiza un hombre que es seguido muy de cerca por un vehículo sospechoso. Horas más tarde estarían regresando los delincuentes para verificar el estado de ese objeto: si cae al piso, quiere decir que hay movimiento, pero si el papel continúa en la misma posición quiere decir que no hay nadie y pueden proceder.
Ante la actitud sospechosa de los tres hombres los habitantes llamaron al CAI más cercano para que enviara a varios uniformados al lugar. Los agentes acudieron y los detuvieron, pero horas después quedaron en libertad.
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En el proceso, uno de los señalados intentó lanzar un cabezazo contra un patrullero que lo custodiaba.
Aunque no hubo un robo consumado, tanto los vecinos de este barrio como las autoridades alertan a otros habitantes de Bogotá para que tomen medidas si piensan irse de viaje.
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