Un bus que transportaba trabajadores bananeros se quedó sin frenos y chocó contra uno de los muros del cementerio de Apartadó, causando daños en 63 bóvedas.
Aunque la aseguradora va a responder por los daños, que ascienden a 13 millones de pesos, la solución es lenta.
Mientras tanto, en la capilla del cementerio, permanecen los restos de los fallecidos afectados.
En el municipio de Apartadó muchos aseguran que las almas de los 63 fallecidos ahora están deambulando sin poder alcanzar la paz y todo por el daño que los vivos le hicieron a la casa de los muertos.
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Los familiares de las personas fallecidas esperan una pronta solución, ya que por el momento no tiene como visitarlos.
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