Las familias reclaman más información para saber qué pasará con sus casas y, de ser necesario, buscar una vivienda provisional o definitiva.
Luisa Mejía es una de las 750 personas afectadas por la evacuación del edificio Atalaya en Belén Rincón, suroccidente de Medellín.
La mujer, que vive hace 6 años en el conjunto residencial, cuenta que desde hace dos días se venían presentando inconvenientes, pero solo hasta la tarde del miércoles se realizó la evacuación.
“Yo salí de mi trabajo, fui a mercar y estando en el mercado fue que revisé mi celular y encontré una noticia, cuando miré las fotos me di cuenta de que era en mi unidad, pero nunca el administrador nos informó nada”, recuerda la joven.
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Luisa se siente inconforme por la poca información que le han suministrado, pues dice que desconoce qué pasará con su casa.
“Requerimos un informe técnico, un informe donde se nos indique cuál es la situación real del edificio para nosotros saber qué medidas tomamos, buscar vivienda provisional o definitiva, porque hasta el momento nadie nos ha dado información clara sobre qué riesgos está corriendo el edificio, si se va a poder entrar a sacar los enseres o si definitivamente ya perdimos todo lo que tenemos adentro”, reclama.
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Al momento de la evacuación, los habitantes del Atalaya no alcanzaron a sacar ningún elemento de sus casas, lo único que tienen es la ropa que llevan puesta.
Por fortuna, al igual que ellos, 90 mascotas salieron ilesas y ahora esperan por alguna noticia por parte de las autoridades, para tener alguna certeza en medio de esta incertidumbre.
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