En el lugar, ubicado en Pereira, también fueron hallados una niña con aparentes signos de maltrato y un perrito en graves condiciones.
En el hogar, que según las autoridades funcionaba de manera clandestina, había nueve abuelos en total. Por cada uno, señala la investigación, sus familiares pagaban cerca de 200.000 pesos.
“Oscilan entre los 70 y 90 años. Esto no es admisible, es una condición de tortura”, relató Sandra Lorena Cárdenas, personera de Pereira.
Los adultos mayores están ahora bajo protección de la administración municipal, ya que las familias supuestamente no han ido por ellos.
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El hombre de 51 años señalado de administraba el hogar geriátrico, en la zona rural de la capital de Risaralda, permanece detenido.