Una audiencia de la JEP en la que comparecía el general (r) del Ejército Rito Alejo del Río tuvo que ser suspendida por quebrantos de salud.
El exmilitar hablaba sobre los grupos paramilitares en Urabá, zona en la que dirigió las tropas durante años, cuando la diligencia fue suspendida y de inmediato fue necesario llamar una ambulancia para que lo trasladara a un centro asistencial.
Durante la diligencia, Rito Alejo del Río alcanzó a responder a la pregunta del magistrado Gustavo Salazar sobre si estuvo enterado de bases paramilitares en la jurisdicción que comandaba.
¿Se enteró usted de bases paramilitares en su jurisdicción?”.
“Tuve que pedir al comando superior el orden de batalla, porque no existía. Desde luego, el accionar de las autodefensas nunca fue igual que el de la guerrilla. Las autodefensas estaban diseminadas por todos lados, lo ratifico, pero ellos operaban en pequeños grupos y se reunían para hacer acciones contundentes. Que se diga que en alguna de esas partes que mencionan había unas bases de 30 y 40 hombres, nunca los conocí”, dijo Rito Alejo del Río.
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“¿Se enteró usted de bases paramilitares en su jurisdicción?”, le preguntó el magistrado Gustavo Salazar al general (r) Rito Alejo del Río, quien respondió que conoció del accionar de las Autodefensas en Urabá que “eran grupúsculos que estaban diseminados por todo lado”: pic.twitter.com/7AXqDt3wNL
— Jurisdicción Especial para la Paz (@JEP_Colombia) August 12, 2021
“Sí tenían sus grupos, inclusive, Turbo era prácticamente un fortín de ellos (…) Vivían en los hoteles y esa cuestión, luego comenzaron a tomar precauciones para que no fueran a ser identificados”, agregó el exgeneral.
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“Por todo lado estaban delinquiendo las autodefensas, desde El Tomate hasta San Pedro (de Urabá)… Estos eran grupúsculos, pero estaban diseminados por todas partes, es decir, prácticamente estaban en toda el área”, recalcó el exmilitar.
En diciembre de 2020, la JEP llamó a versión a dos general (r) del Ejército por su presunto apoyo a estructuras delincuenciales responsables de múltiples crímenes contra miembros de la Unión Patriótica, uno de ellos, Rito Alejo del Río, llamado por algunos como 'el Pacificador de Urabá'.
El exmilitar había solicitado su admisión en la JEP, tras verse condenado a 25 años de cárcel por el asesinato de un campesino en Urabá, por lo que ha estado detenido, y al ser vinculado a la investigación por la masacre de Mapiripán, Meta, ocurrida en 1997.