El niño, de 2 meses, falleció en los brazos de la mujer. Ella, dice, solo quería salir de su país y buscar un mejor futuro para los dos.
La angustiada madre, según se conoció, estaba caminando con su tía por el municipio de Silos, Norte de Santander, en el sector que conecta a la vía La Laguna con el Páramo de Berlín.
Allí se dio cuenta de que el niño tenía sangre en la boca y no respondía a ningún estímulo.
El trauma que sufrió la madre, al ver que su hijo había muerto, llevó a que la hospitalizaran en el San Juan de Dios de Pamplona, donde también estuvo el cuerpo de su pequeño mientras se consiguió dinero para un funeral.
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