Con bombos y platillos fue inaugurado hace cinco años en Nátaga, Huila, y nada que funciona.
La póliza de cumplimiento y estabilidad de obra era falsa. Tampoco tiene vías de acceso ni encerramiento.
Como si esto fuera poco, tuvo una inversión de 1.100 millones de pesos y debido a las falencias tuvieron que inyectarle otros $1.000 millones.
Vea, además, un puente que se reconstruye a paso de tortuga en La Guajira.
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