Nueve meses después del fin de la temible olla del centro de Bogotá, los habitantes esperan un verdadero renacer en el sector.
En la que fue una zona vedada para la autoridad, escenario de cruentos crímenes, hoy se planea construir la sede de la nueva alcaldía local y un centro de servicios sociales.
Paralelamente, en San Bernardo, la Policía se emplea a fondo para evitar la propagación de bandas del microtráfico. Incluso, dicen, con presencia permanente las 24 horas.
Gracias a los operativos, han capturado a dos presuntos cabecillas que hacían parte de una alianza criminal entre ‘sayayines’, antiguos guardianes del Bronx, y los ‘ganchos’, como se conoce a la bandas encargadas de mover drogas.
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En el plano social, la Secretaría de Integración destaca la entrada de 600 habitantes de calle en procesos de rehabilitación.
Estas personas se encuentran en la fase número tres de recuperación, que consiste en retomar sus estudios.
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