Al integrante de una agrupación vallenata le hurtaron el acordeón bajo una indignante modalidad. El hombre y sus compañeros vieron en una vía a un grupo de personas que supuestamente estaba varado. Como buenos samaritanos, decidieron detenerse para ayudar.
En ese momento, por medio de artimañas, los sujetos lograron sacar del baúl del carro en el que iban los músicos un acordeón avaluado en $10 millones. Todos siguieron su camino sin notar la ausencia.
Días después la agrupación se enteró que el acordeón estaba siendo ofertado a través de redes sociales. Cuando contactaron a la persona que lo tenía en su poder, esta exigió un rescate.
Esta es una conversación de un delincuente y el padre del acordeonero:
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Padre: “A mi hijo le sacaron el acordeón, le abrieron el baúl del carro y lo sacaron (…) fue robado del carro de mi hijo”.
Delincuente: “me dijeron ‘dígale al señor que como son para tres, entonces de a 500’. Yo les dije que no lo dejaran tan alto”.
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Padre: ¿entonces cuánto está usted pidiendo?, ¿un millón quinientos para devolverme el acordeón?
Delincuente: “eso es lo que están pidiendo”.
Las víctimas, que no estaban dispuestas a dejarse chantajear, dieron aviso al Gaula de la Policía.
Pactaron el encuentro en la plaza principal de Soacha y, cuando recibían el dinero, los delincuentes fueron capturados en flagrancia por agentes vestidos de civil.
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Las dos personas detenidas fueron judicializadas por extorsión y cobijadas con detención domiciliaria.
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