Pandemia, vandalismo y cargas del SITP: razones detrás de crisis económica de Transmilenio

Transmilenio en Bogotá está enfrentando una difícil crisis financiera, que podría generar que se suspenda su operación el próximo mes.

Los problemas de Transmilenio comenzaron hace varios años. Según los expertos, la insatisfacción del usuario por el servicio prestado agudizó en parte la situación financiera.

Sin embargo, el sistema ha venido arrastrando con déficit financieros desde hace ya casi 20 años.

“Transmilenio, desde el 2012, corrió con los problemas financieros del SITP. Ante este nuevo panorama, los dineros que inyectó el Distrito y la nación serán insuficientes y muy seguramente en el corto plazo toque inyectarle más ingresos”, dice Omar Orostegui, director de Futuros Urbanos.

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“Esa suma de factores hizo que a pesar de que los costos iban subiendo la cantidad de gente que estaba ingresando no iba subiendo o estaba disminuyendo como tal”, añade José Stalin Rojas, experto en movilidad.

Transmilenio opera por el pago que hacen los usuarios en cada pasaje. Antes de la pandemia, los ingresos por pasajes eran del 71% y el aporte del Distrito para el funcionamiento operativo era del 29%. Pero con la llegada de la pandemia y al reducir el aforo a un máximo del 35% de usuarios, cuando el sistema opera con todo su componente al 100%, se fue agrandando el hueco financiero.

“También hay que mencionar que antes de la pandemia la cantidad de pasajeros en el sistema había llegado a un máximo y los costos iban subiendo; y ese máximo también empezó a descender porque mucha gente empezó a utilizar la bicicleta, comprando más motos y también autos”, explica Rojas.

Según Transmilenio, la inyección financiera para este año era de 1,25 billones provenientes del Distrito, pero ese dinero que estaba proyectado para todo el año se terminó en el primer semestre y ahora se necesitan 1,15 billones adicionales para seguir funcionando.

“Con la pandemia las finanzas se agudizaron más debido a la restricción de movilidad y reducción de pasajeros. Hay que recordar que Transmilenio depende de los ingresos que ingresan por la tarifa y de los subsidios estatales”, asegura Omar Orostegui, de Futuros Urbanos.

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A esta problemática se suma los actos vandálicos en los buses y estaciones que permanecen cerradas.

Se necesitan más de 22 mil millones para su funcionamiento, pero si sigue el vandalismo la situación financiera del sistema se agudizará.