“Van a publicar mis fotos en bola. O bueno, al menos con eso me está extorsionando el ladrón que se robó mi celular. Lo peor, la Policía, la Fiscalía, el Gaula sabían, estaban enterados de toda la situación y no hicieron nada”. Así inició su relato Laura Camila Vargas, una periodista que trabaja en redes sociales y que denunció haber sido víctima de dos robos en el último mes.
La joven, que cuenta con más de 300 mil seguidores en TikTok, usó esa plataforma para contar lo que vivió junto a su familia tras los asaltos que sufrió en Bogotá.
“Hace menos de un mes me raparon mi bolso en el centro, mientras almorzaba en la Séptima peatonal. Ahí tenía: dos celulares, el portátil, las llaves del carro, mi billetera, mi trípode, mis micrófonos, mejor dicho, media vida”, contó Laura Camila Vargas.
Pero “hace unos días me volvieron a robar horrible, porque había hecho un esfuerzo enorme para comprar de nuevo el celular, que es mi herramienta de trabajo, como ustedes saben. Esta vez el robo fue en el parque donde saco a mi perro, en Usaquén. Una moto intentó atropellarme y otra me rapó el celular de las manos. Lo peor viene ahora”, reveló la periodista.
Según Laura Camila Vargas, bloqueó su celular y lo puso en modo perdido para que los delincuentes no pudieran usar el aparato.
“En horas de la noche el ladrón comienza a escribirle a mi mamá. Nos comenzó a extorsionar diciendo que iba a publicar en mis redes sociales varias ‘nudes’ mías que encontró en el celular si no le daba el código para desbloquearlo”, reveló.
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“No me interesa perjudicar a nadie ni subir nada, solo desvinculen el teléfono”, le escribía el delincuente.
Y para probar que hablaba en serio, el sujeto “comenzó a enviarles fotos mías a varios contactos míos, al menos a 15 personas, en una clara violación a mi intimidad y ejerciendo una violencia muy machista”, aseguró.
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Laura Camila Vargas fue a la Fiscalía a interponer el denuncio por hurto “y de allí me mandaron al Gaula porque me estaban extorsionando. Me dijeron que no fuera a ceder dando el código, porque luego comenzaba a extorsionarme con otras cosas”, narró.
La joven no accedió al chantaje y “le dije al tipo ‘publíquelas, no me importa’, y ahí el man me dijo que me daba el celular a cambio de 2.700.000 pesos. Yo le dije que sí con el fin de que pudiéramos capturarlo y con la esperanza de recuperar mi celular”, expresó.
“Me puso un punto de encuentro en la calle 13 con Caracas, en el centro comercial Shopping”, contó. Laura Camila Vargas buscó entonces al Gaula y allí “me dijeron que no me podían ayudar porque yo había entrado dizque a negociar por el celular cuando ya me había extorsionado y lo siguió haciendo”.
“La Fiscalía también sabía y tampoco me ayudaron. Quedaron de enviarme el número del cuadrante de la zona donde me iba a encontrar con el ladrón, pero pasaron las horas y jamás me enviaron nada”, relató.
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Entonces, dijo, “tuve que pagar por el rescate de mi celular (…) no tenía otra opción porque no podía comprar un tercer celular y tenía información muy valiosa ahí”.
Laura Camila Vargas cuestionó a las autoridades porque “de qué sirve denunciar si van a ser tan negligentes, poner trabas para ayudar y dejarlo a uno a su suerte”.
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Para colmo, “el ladrón me volvió a escribir y me dijo que iba a publicar mis fotos por ‘deshonesta’” porque no pagó la totalidad de la extorsión. Ella decidió bloquearlo y desconoce si habrá fotos suyas circulando por las redes sociales.
“Estoy indignada por la negligencia de las autoridades”, agregó.