El plan de desarrollo de Bogotá no es otra cosa que la hoja de ruta de la ciudad en materia económica, social y ambiental para los próximos cuatro años.
Entre los aspectos aprobados está el aumento del presupuesto en más de 405 mil millones de pesos que serán invertidos en la reserva Thomas Van de Hammen, los cerros orientales, el corredor ambiental del río Tunjuelo y seis humedales.
Otro punto aprobado que causó polémica está relacionado con el corredor verde que se construirá en la carrera Séptima y que reemplaza la construcción de Transmilenio.
“Lamento profundamente que le hagan conejo a la carrera Séptima, hiperdiseñada, hiperdiagnosticada, con un contrato de por medio”, aseguró Lucía Bastidas, concejal de la Alianza Verde.
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Igualmente se aprobó la creación de un operador público de transporte.
“El operador público no entra a reemplazar la totalidad de los operadores del sistema, entra a complementar la operación existente en aquellas áreas donde los operadores privados fallen y sea necesario retomar la operación del servicio”, explicó Darío Hidalgo, consultor en temas de movilidad.
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Sin embargo, no todo fue aprobación, también hubo artículos que fueron eliminados como la urgencia manifiesta que le permitía a la Alcaldía de Bogotá hacer contrataciones directas en medio de la pandemia, así como el cobro de parqueo en vía que se constituiría en una fuente de recaudo para el Distrito.
“Esta es una contribución inconveniente para esta época de crisis que golpea directamente los bolsillos de los bogotanos”, opinó Carolina Arbeláez, concejal de Cambio Radical.
Claudia López celebró la aprobación del plan, que ahora deberá surtir trámite en plenaria.