Con casa por cárcel fueron cobijados los dos auxiliares bachilleres y un expatrullero de la Policía tras la agresión y posible tortura a un presunto ladrón que había sido capturado supuestamente robando celulares en Transmilenio.
“Consagra penas de 10 años de prisión como mínimo y hasta 22. Recordando que ellos son policías, tienen una circunstancia de agravante punitiva: por el hecho de ser servidores públicos podrán aumentarle la pena hasta una tercera parte; esto obviamente luego de que sean vencidos en juicio", explica William Naranjo, abogado penalista.
En las imágenes que circularon por redes sociales se observa al presunto ladrón en el piso suplicando que no lo golpeen más. Con las manos esposadas, recibe una patada en su rostro.
“No solo se encuentran retirados de la institución, sino capturados por la violación de los derechos humanos, independiente de la actividad supuestamente irregular. No hay ninguna justificación para cometer este hecho”, declaró el general Óscar Atehortúa, director de la Policía Nacional.
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Tortura agravada y hurto agravado -al parecer se quedaron con el celular del detenido- serán los delitos que enfrentarán los uniformados.