¿Quién fue San Charbel? Santo al que es devoto el neurocirujano que operó a Miguel Uribe Turbay
El santo nació en Líbano durante el siglo XIX y su vida, al igual que los milagros que hizo, le concedieron el reconocimiento por la Iglesia Católica y sus devotos de todo el mundo. Es el patrón de quienes sufren en cuerpo y alma.
El santo es venerado por el neurocirujano Fernando Hakim, jefe del departamento de Neurocirugía de la fundación Santa Fe. -
Fotos: Colprensa y Getty Imges
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Desde que fue internado en la clínica Fundación Santa Fe, en la noche del pasado sábado 7 de junio, Miguel Uribe Turbay fue intervenido quirúrgicamente en su cabeza, zona en la que recibió uno de los impactos de bala que actualmente lo tienen debatiéndose entre la vida y la muerte. El hombre fue operado por un equipo al que lideraba el neurocirujano Fernando Hakim, actual jefe del departamento de su especialidad en este centro médico que posee gran reconocimiento en su disciplina.
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Además de contar con todas las capacidades y de ser un reconocido doctor a nivel internacional, el hombre relata en sus redes sociales que suele encomendarse a un santo del catolicismo antes de iniciar cada procedimiento quirúrgico. Y es que tal como se evidencia en sus publicaciones de Instagram, Hakim es fiel devoto de San Charbel, un personaje muy conocido en la Iglesia Católica quien vivió en Líbano durante el siglo XIX. "San Charbel, intercesor de los milagros, acompáñame en cada cirugía, guía mis manos con sabiduría, precisión y compasión", escribe desde su cuenta de Instagram.
El sujeto fue un religioso maronita muy conocido por su austeridad, su desprendimiento de todo lo mundano y, en otras palabras, su vida regida bajo los principios del ascetismo. Se hizo famoso por tener dones para curar a las personas enfermas durante su vida y por vivir una vida cercana al sufrimiento de Jesucristo. Su padre murió cuando él solo tenía tres años y su madre se volvió a casar a los pocos años con un hombre que posteriormente se volvió maronita, al igual que San Charbel.
El hombre se dedicó a predicar la palabra de Dios y dejó atrás su pueblo natal y su propia casa. Ingresó a un monasterio maronita a sus 23 años, en 1851, y desde ahí se congregó a una vida ermitaña y religiosa. Durante su trayecto como maronita, afirman, hizo varios milagros, pero no fue hasta su muerte que ocurrió lo inesperado. Era el 24 de diciembre de 1898 cuando el sacerdote, ya con 70 años, falleció por una enfermedad que lo paralizó por completo. El hombre fue enterrado posteriormente sin ataúd, como lo ordena la costumbre de su congregación, pero reza la leyenda que tras su muerte empezaron a ocurrir hechos extraños.
Los misterios de la muerte de San Charbel
Relatos de la época cuentan que, tras haber sido enterrado, la zona de su sepulcro empezó a brillar intensamente durante 45 días. Tal fue la emoción de quienes pasaban por la zona y de los compañeros de vida de Charbel que empezaron a venerarlo como santo sin que ni siquiera fuera reconocido por la Iglesia. Los extraños fenómenos que acontecían en la tumba de este santo llegaron hasta el punto de que las autoridades ordenaron exhumar su cuerpo. Allí ocurrió el milagro.
Cuando desenterraron a Charbel, encontraron su cuerpo, sin rastro de descomposición alguno, flotando entre el barro, en una tumba repleta de agua. Por lo increíble del hallazgo, se decidió conservar el cuerpo, del cual, afirman sus devotos, empezó a emanar un tipo de aceite perfumado, al que le suelen atribuir dones milagrosos hasta el día de hoy. El hombre fue beatificado por el Papa Pablo VI en el Concilio Vaticano Segundo, el 5 de diciembre de 1965, luego de que se registraran miles de milagros reportados en diferentes partes del mundo. Actualmente el cuerpo de San Charbel reposa, aún incorrupto según sus fieles, en el Monasterio de San Marón Annaya, en Annaya, Líbano.
Oración a San Charbel para curar el cuerpo y el alma
Aunque a este santo, acorde con la tradición, se le suele rezar un novenario, muchos fieles acuden a esta oración para suplicar por sus favores y su intercesión: ¡Oh! Santo Venerado. Tú, que pasaste tú vida en la soledad, en una ermita humilde y retirada. Que no pensaste en el mundo ni en sus goces. Que ahora estás sentado a la diestra de Dios Padre. Te pedimos que intercedas por nosotros, para que El nos extienda su bendita mano y nos socorra. Ilumine nuestra mente. Aumente nuestra fe. Fortifique nuestra voluntad para proseguir nuestras oraciones y súplicas ante ti y todos los santos.
¡Oh Santo Charbel! Que por tu poderosa intercesión, Dios Padre hace milagros y realiza prodigios sobrenaturales. Que cura a los enfermos y devuelve la razón a los perturbados. Que devuelve la vista a los ciegos y el movimiento a los paralíticos.
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Dios Padre Todopoderoso, míranos con piedad, otórganos las gracias que te imploramos, por la poderosa intercesión de San Charbel, (Aquí hacer la(s) petición(es) ...) y ayúdanos para hacer el bien y evitar el mal. Pedimos tú intercesión en todo momento, sobre todo en la hora de nuestra muerte, Amén (Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
JULIÁN CAMILO SANDOVAL NOTICIAS CARACOL DIGITAL JSANDOVAL@CARACOLTV.COM.CO
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