Vuelve y juega. Habitantes de la localidad de Suba , noroccidente de Bogotá, vivieron una agitada noche por cuenta de los enfrentamientos entre manifestantes y efectivos del Esmad. Los ciudadanos aseguran que están acorralados.
A las 8 de la noche del pasado 28 de diciembre comenzaron los cierres viales y protestas en varias calles de ese sector de la capital del país.
Posteriormente, empezaron a volar piedras, palos, golpes e improperios entre los manifestantes y uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios.
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La situación, que es recurrente, tiene acorralados a los habitantes de la localidad de Suba, que deben soportar que las calles de sus barrios queden tapizadas con diferentes objetos utilizados durante los enfrentamientos.
“Esto es triste y decepcionante. Basta ver las imágenes para entender la intranquilidad a la que estamos sometidos. Por favor, escúchennos. Si esos jóvenes quieren cambiar algo, pues que se lancen a la alcaldía, a ser ediles o alcaldes locales. No nos hagan más daño, no lo soportamos más. Vivimos tristes y abatidos”, comentó Zoraida Bello, habitante de Suba.
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Por su parte, Ana Ariza, vecina del sector, aseguró que la “Policía ya no hace nada, solo reciben botellas y piedras. Estamos a la deriva”.
Parcialmente, las manifestaciones dejaron 22 semáforos dañados, calles afectadas y vías repletas de escombros.