La capital del país vivió una nueva jornada de movilizaciones, aunque con una menor asistencia que en días pasados, el común denominador fueron marchas pacíficas.
Campesinos, estudiantes, los llamados ‘ninis’, el que no tiene pensión, el que se cansó de la corrupción.
Cada uno llevó sus motivos, sus descontentos y sus demandas a la calle.
“No tenemos garantía para marchar, no tenemos garantías para trabajar, estudiar y es esa multitud de inconformidades que nos unen a todos los colombianos para estar en la calle”, señaló una de las manifestantes.
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Una vez cayó la tarde, y aunque en su mayoría las movilizaciones fueron pacíficas, algunos comercios fueron blanco de ataques.
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El punto más crítico durante toda la jornada fue la localidad de Usme, donde decenas de buses fueron pinchados, las vías bloqueadas y manifestantes y Esmad se enfrentaron por varias horas.