La estructura, que es el paso atirantado más alto del país, fue noticia hace unas semanas por la deformación de uno de sus tramos.
El puente Hisgaura, en Santander, ocupó las primeras planas de varios medios luego de que se detectara unas notorias ondulaciones en el asfalto y en las barandas de la estructura. La deformación fue un escándalo por varios días, incluso hizo que la constructora, la española Sacyr, se enfrentara al Fondo de Adaptación.
Estas discusiones crearon retrasos en la obra, que se acrecentaron porque las dos partes se enfrentaron para determinar cómo se tenía que hacer las pruebas de carga que comprobarían si la estructura es apta o no para el paso de vehículos.
Casi un mes después de las últimas disputas, este lunes se iniciaron las primeras pruebas de carga de la estructura. Durante 5 días, 16 camiones de carga, cada uno con 28 toneladas de material, se ubicarán de forma gradual en diferentes puntos de la estructura para confirmar su resistencia.
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Tras los estudios, que incluyen prueba de carga estática, los datos serán recopilados y analizados por un foro que incluye a tres expertos de puentes atirantados.