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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respondió este domingo con un "veremos qué pasa" al ser preguntado sobre la posibilidad de que su país lleve a cabo ataques dentro del territorio venezolano. "Veremos qué pasa. Mira, Venezuela nos está enviando pandilleros, narcotraficantes y drogas. Es inaceptable", declaró Trump ante la prensa en Nueva Jersey, antes de partir hacia Washington. "No nos gusta lo que Venezuela nos está mandando: ni sus drogas ni sus pandilleros. No nos gusta, no nos gusta nada", agregó el mandatario.
Sus declaraciones se producen en medio del creciente enfrentamiento entre ambos países, tras el despliegue de ocho buques militares estadounidenses y un submarino en el mar Caribe, bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Recientemente, Estados Unidos derribó una lancha que, según sus autoridades, transportaba drogas y a once presuntos miembros del grupo criminal venezolano Tren de Aragua, algo que el Gobierno de Nicolás Maduro ha negado rotundamente, además de condenar el ataque. "Lo que es ilegal es que 300 millones de personas murieran el año pasado por drogas", respondió Trump al ser cuestionado sobre la legalidad de esa operación militar.
Por su parte, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, denunció este domingo que Estados Unidos realiza vuelos de inteligencia sobre el país y acusó a Washington de intentar justificar un "plan de amenaza militar e intervención" para "desplazar" a Maduro del poder. El Ejecutivo venezolano aseguró el sábado que un destructor estadounidense "desplegó a dieciocho efectivos con armas largas" y ocupó una embarcación el viernes, donde viajaban "nueve humildes pescadores" que se encontraban en la Zona Económica Exclusiva de Venezuela. En este contexto, el gobierno de Caracas ordenó la movilización de buques, el alistamiento de millones de milicianos y un "refuerzo especial" de la presencia militar en cinco regiones costeras del país.
Entretanto, al menos cinco aviones de combate F-35 de la Marina de Estados Unidos arribaron a la pista del aeropuerto regional José Aponte de la Torre, la antigua base Roosevelt Roads, en el municipio de Ceiba, en el noreste de Puerto Rico, alimentando la tensión en el Caribe. De igual forma, una aeronave Boeing C-5 de las Fuerzas Armadas estadounidenses se divisó en esa misma base, según reportaron medios locales. Estos aviones se suman al despliegue estadounidense de ocho barcos militares con misiles y un submarino de propulsión nuclear, cerca de las costas venezolanas, bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
Al recibir esta semana al secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, afirmó que su Gobierno "está comprometido en esta lucha contra el narcotráfico" y calificó al presidente venezolano, Nicolás Maduro, como "líder del cartel en Venezuela". Por su parte, Maduro exhortó a González a liderar personalmente una posible "invasión" contra su país, luego de que la mandataria confirmara que Estados Unidos seguirá enviado aviones a la isla como parte del despliegue militar que Washington mantiene en el Caribe.
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WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ
NOTICIAS CARACOL
*Con información de EFE