La familia de la abogada bogotana solo tuvo noticias de ella por llamadas en las que se les informó que estuvo en el Cantón Norte y había sido torturada.
Medicina Legal logró encontrarla e identificarla. La jurista, que tenía 33 años al momento de la toma, era una visitante asidua del Palacio de Justicia.
Los familiares de la abogada y docente solo tenían información de su paradero gracias a unas llamadas que recibieron informando que ella se encontraba en el Cantón Norte y que la estaban torturando allí. Sin embargo, no apareció.
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