En Cali, más de 300 jóvenes y adultos se graduaron este lunes, 17 de julio de 2023, de bachillerato. Se trata de habitantes de sectores vulnerables que le dijeron adiós a la violencia y le dieron una oportunidad a la educación.
Cuando cursaba séptimo grado, Cristian Gómez decidió abandonar el colegio y recorrer sin rumbo las calles del distrito de Aguablanca en Cali.
“Era un joven que mantenía muy descarriado, en la calle, me gustaba mucho la mala junta, si pilla”, cuenta el bachiller Cristian David Gómez.
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Angustiada por ver a su hijo sumergido en el mundo de las drogas en Cali, doña Sandra, madre de Cristian, le recomendó unirse a un programa de tratamiento integral de pandillas de la Policía.
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“Eso es duro para uno ver un hijo así, en mi caso, en una situación como él, y yo siempre anhelaba que algún día este momento fuera a llegar”, dice Sandra Milena Álvarez, hoy orgullosa madre del bachiller.
Cristian, por su parte, señala que con ese grado está “cumpliendo uno de los sueños que quería”.
Junto a Cristian, otras 322 personas en condiciones de vulnerabilidad, habitantes del oriente y las laderas de Cali, se graduaron de bachillerato y con diploma en mano se despidieron de su pasado.
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“Es quitarle a la delincuencia la juventud. Jóvenes en situación de vulnerabilidad y riesgo hoy levantan la mano y se suman al programa de la Policía. Ojalá también copiemos el modelo que hace la juventud en Cali con la Policía y lo implementemos en otras ciudades del país”, indicó el general William René Salamanca, director de la Policía Nacional.
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Los recién graduados en Cali seguirán contando con el apoyo de la Policía, algunos en su deseo de cursar una carrera profesional y otros queriendo abrirse paso en el mundo laboral.
NIÑA DE 7 AÑOS AYUDA A HABITANTES DE CALLE
Otro buen ejemplo que se conoció recientemente es protagonizado por Luciana Trujillo, quien tiene 7 años y es una deportista del BMX.
Como muchos niños de su edad ha recibido dinero del 'hada de los dientes', pero lo que ha llegado a sus manos no lo ha usado para ella, sino para servir a los habitantes de calle en Palmira, Valle del Cauca.
Con lo que ha obtenido compra alimentos y, sobre las ruedas de su bicicleta, esta pequeña sale en las noches para repartir un mensaje de amor a las personas que no tienen un sitio para vivir y que encuentra en sus recorridos.