Juan Pablo Niño completaba su recorrido por la localidad de Suba, en el occidente de Bogotá, cuando se percató de un paquete que resultó ser una millonaria suma.
Entre fajos de $50.000 contó más de un millón y medio de pesos, que entregó a policías que vio estacionados en una motocicleta.
“Le di ese dinero a esa patrullera para que buscara a la dueña o al dueño”, relató Niño.
Pasaron unos días y quiso indagar sobre el destino de ese dinero. Averiguó, pero “lo único que recibí fue una mala actitud de parte de la uniformada. Me dijo que no tenía nada que hablar conmigo”.
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Al día de hoy la plata no aparece. La Policía de Suba fue indagada por el equipo del Ojo de la Noche y tampoco dan respuesta.