La obra, en asocio con la Fundación Mario Santo Domingo y la Alcaldía Distrital, quedó paralizada porque aún hay ocupantes en el predio.
La familia que permanece asentada en la hectárea y media donde se debe levantar la estructura, alega que es heredera del señor Pedro Hernández Altamar, quien adquirió la propiedad en 1895.
Por su parte, la autoridad territorial señala que el terreno es un bien público imprescriptible y que cuentan con la matrícula y los documentos legalmente constituidos.
Los retrasos que ha generado esta reclamación afectan los objetivos académicos del gobierno, que pretendía matricular a 1.300 alumnos de bajo recursos en esta institución.
Las salidas a esta problemática son el desalojo o la conciliación. Los ocupantes dicen que están dispuestos a la segunda opción.
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Updated: diciembre 19, 2018 04:17 p. m.