Robarse la plata de la salud, la educación o la inversión social no es un fenómeno reciente. Según una encuesta de Transparencia por Colombia, la percepción del fenómeno de la corrupción entre los empresarios privados está desbordada. El 91% de los consultados dicen creer que es necesario pagar sobornos para contratar con el Estado. Según el 58%, no pagar implica perder el negocio.
Son varios los métodos que usan estos delincuentes de cuello blanco para desangrar el erario.Si bien algunos de estas tretas son sofisticadas, en muchos otros el descaro es absoluto.
¿Cuáles son estas artimañas? Marcela Restrepo Hung, directora ejecutiva de Transparencia por Colombia, pasó al tablero e hizo un recuento de los métodos.
Contratación a dedo
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En este tipo de defraudación se propician condiciones para que sea ‘legal’ entregarle un contrato a alguien sin cumplir lo dispuesto en la Ley 80, que establece que deben concursar varios oferentes.
De acuerdo con la Auditoría General de la Nación, unos cuantos contratistas, aproximadamente 30, acaparan buena parte de los contratos de infraestructura de Asociaciones Público Privadas. La mitad de los contratos para obras, bienes o servicios, son otorgados de manera directa. [Infórmese más: A 30 contratistas le otorgan a dedo la mayoría de contratos del país: Auditoría]
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“A dedo significa que no hay una concurrencia de competencia, sino que de manera discrecional la entidad puede escoger al contratista que necesita se gane ese contrato”, explica Restrepo Hung.
Durante el primer semestre del año pasado se llevó a cabo en las regiones del país una contratación por valor de $12 billones, de los cuales $9,9 billones (82 %) se entregaron de forma directa, es decir, a dedo, según un informe de la Auditoría General de la República (AGR).
Uno de los casos más aberrantes, que pone en evidencia este modus operandi, fue investigado por Noticias Caracol y es el de una papayera que terminó ejecutando importantes obras de infraestructura en tres departamentos del país: Córdoba, César y Bolívar.