El juez primero penal de Ciénaga, Rafael Manjarrés, consideró que por la muerte de los 33 niños, durante el incendio del bus en el que viajaban, el conductor, Jaime Gutiérrez Ospino, deberá pagar 10 años y 9 meses de prisión y el pastor de la Iglesia, Manuel Salvador Ibarra Plazas, 10 años y 6 meses de cárcel.
“También una multa de 26.66 salarios mínimos legales mensuales vigentes en calidad de autor directo de homicidio culposo en concurso homogéneo", agregó Manjarrés.
Para los familiares de los 33 niños fallecidos en Fundación el 18 de mayo del 2014 la condena es ejemplar.
"La condena me parece bien porque nosotros esperábamos esto. El juez vio las consideraciones que pusieron nuestros abogados y dio el término que para nosotros era lo esperado", indicó Sandra Quintero, madre de dos víctimas.
En el fallo, el juez le pide a la Fiscalía evaluar una posible investigación a los familiares de las víctimas y a los líderes de la Iglesia por su presunta responsabilidad en la tragedia.
"Sorprende que el juez compulse copias a las familias cuando fueron más de seis adultos los que recogieron a los niños casa por casa y no lo entregaron a ninguna persona a la deriva", expresó Sebastián Gómez, abogado de las víctimas.
Los abogados del conductor y del pastor, anunciaron que apelaran la sentencia.
En su decisión, el juez prohíbe la casa por cárcel para los sentenciados y les ordena, pedir disculpas públicas a los familiares de los 33 niños.
Updated: octubre 21, 2016 03:08 p. m.