En las entrañas de El Retoño, la comunidad chocoana a donde por fin llegó el internet

La historia de estos jóvenes del Medio Baudó que debían trepar a una montaña para poder hacer sus tareas poco a poco tiene buenos frutos. Ya tienen servicio de internet y algunos equipos donados para sus labores. Sin embargo, dicen que aún les falta.

Si bien se han beneficiado unas 300 personas, el problema de conexión no es el único. En esta recóndita región aún falta el servicio de acueducto, pues deben acudir a quebradas para poder tener el líquido.

Llegar a estudiar es toda una odisea. Son “cuatro horas de camino, subiendo lomas, bajando, pasando puentes, para poder llegar”, reconoce Elder Andrés Mosquera, un joven de 18 años que charló con Noticias Caracol gracias al internet que les pusieron.

Para enseñar, solo dos profesores llegan a donde la comunidad, pero no dan abasto para cumplir con los cronogramas académicos de unos 40 niños, que estudian hasta el grado quinto.

Los más grandes deben viajar hasta Istmina o Quibdó a través de las trochas y con los problemas económicos que no alcanzan a ser solventados con actividades de agricultura como chocolate, plátano, banano y arroz, que poco les da.

Esta comunidad dice que la ayuda del gobierno nacional y local es limitada. Debido a lo escondido, “tienden a olvidarse un poco”. Sin embargo, esperan que eso no sea excusa para que los mantengan marginados.

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